Tu proyecto social financiado por la sociedad

“En todos los emprendedores detrás del proyecto hay una preocupación real por el desarrollo social en la región, y una creencia auténtica de que el emprendimiento social, en todas sus formas, es un elemento clave para lograr este desarrollo y el bienestar social”. Uno de los primeros socios de Think&Start, José Manuel Reyes nos cuenta de la fundación de su propio emprendimiento.

Decidió unir esfuerzos en InPact.me, dónde encontró en el Crowdfunding, modelo de financiamiento del cuál hemos hablado anteriormente, una forma factible de contribuir al impulso del emprendimiento social y los negocios sociales. Nos comenta: “Eso es lo que nos mueve, lo que nos apasiona y lo que nos ha unido en los últimos meses y lo que, seguramente, nos mantendrá unidos en los siguientes años”. 

La idea surge en Junio del 2011, con una reflexión entre amigos acerca de la película “Cadena de Favores”, la historia de un chico que creía cambiar a las personas y al mundo sólo con favores, buscando la manera de ayudar a las personas a ser un poco más felices. Bajo esa premisa comenzó la búsqueda sobre iniciativas similares en todo el mundo y encontró una iniciativa similar, con lo que enfrentó su primera barrera: “creía que el proyecto debería ser totalmente revolucionario y no existir en ningún lado” nos comentó; sin embargo, justo esa idea estaba obteniendo fondos en una plataforma de financiamiento colectivo y ahí fue cuando descubrió el crowdfunding, “me interesé demasiado en el tema al punto de que toda la noche me la pasé investigando hasta bien entrada la madrugada”. Así comenzó a materializarse la idea.

El catalizador del equipo fue José Manuel Reyes (Pepe) de México, la primera persona que contactó fue María José (Coté) de Chile, quienes con una lluvia de ideas decidieron reunirse con Nicolás, también de Chile, éste último a pesar de tener otro proyecto en mente se unió al equipo para impulsar InPact.me en su totalidad. Bruno, de origen brasileño, fue el siguiente en unirse al equipo a quién Pepe conoció en un viaje al sur de Chile, y que en repetidas ocasiones se encontró en la calle de manera inesperada, “eso es algo de lo que nos reímos ahora, parecía alguna señal”, nos dice.

 Todo parecía estar ahí: la idea clara de qué querían hacer, pero no había nadie con el conocimiento para llevar a cabo la plataforma… la respuesta no tardó en llegar y gracias a una invitación por internet para un evento en el que emprendedores y programadores se juntaron a desarrollar aplicaciones con un fin social, conoció a Alberto, “hubo una buena corazonada con él desde el principio”, nos cuenta. Después del evento se reunió todo el equipo, “nos dejamos llevar por la corazonada de trabajar todos juntos, y hasta el momento todo marcha perfecto”.

Tras largas reuniones en equipo definieron hacer una plataforma de crowdfunding especialmente enfocada al emprendimiento social, “no fue fácil llegar a esa conclusión (aunque parezca), realmente pasamos varias reuniones, discusiones, vueltas, desvelos, frustraciones, hasta que nos dimos cuenta que ¡era eso o no era nada!”