Pedir un crédito ya no tiene por qué ser una pesadilla. Conocemos el proceso tradicional: largas filas, altas tasas de interés y papeleo que parece interminable. Así nace Kubo Financiero, un startup mexicano que busca facilitarle la vida a las personas que necesitan algún tipo de préstamo. Kubo es parte de una serie de empresas mexicanas que han surgido en los últimos años y que operan en el sector financiero, como Kuspit y Pressta.me, y son un ejemplo del éxito que resulta de combinar la tecnología, la innovación y los modelos de negocio rentables.
Lo más interesante sobre Kubo es que puedes tomar uno de dos roles:
1) Solicitar créditos: En este caso te conviertes en “cliente” de un grupo de personas que te prestan dinero colectivamente. Por ejemplo, si recibes un crédito de $5,000 MXN, hay varios inversionistas detrás de esa cantidad que conjuntamente fondean tu crédito. El modelo de Kubo está basado en la confianza, y por eso uno de los requisitos es tener buen historial crediticio.
2) Invertir en créditos de otras personas, y convertirte en prestador. Existe el riesgo de que la persona no pague; para disminuir esta posibilidad, lo mejor es diversificar tus inversiones en varios “portafolios” o personas.
Mientras que un banco tradicional genera ingresos principalmente a través de los intereses que cobra, Kubo los obtiene por medio de una cuota por intermediación al “juntar” al cliente con el inversionista, como el caso de Ebay. La tasa de interés cobrada al acreditado (persona que recibe el préstamo) va de acuerdo a su nivel de riesgo, y éste se determina de acuerdo a su historial crediticio.
Existen 25 niveles de riesgo, denominados con una letra (A-E) y un número (1-5) siendo el de menor riesgo el A-1. Bajo este nivel, la tasa cobrada es de 21.9%, y la tasa pagada al inversionista es 9.9%. La diferencia en estas tasas es el margen de Kubo. Una de las reglas en Finanzas es “a mayor riesgo, mayor rendimiento”, y en este caso no es excepción. Conforme aumentan los niveles de riesgo (A-2,A-3, A-4, A-5, B-1,…), la tasa cobrada incrementa, y consecuentemente también la tasa pagada al inversionista y el margen de Kubo. Adicionalmente existe una comisión de apertura que va desde 3.5% (nivel de riesgo A-1) hasta 5% (E-5).
El modelo de Kubo le permite reducir costos de operación, ya que su principal función es juntar a una persona que necesita un crédito (y con buen historial crediticio) con otras con capacidad para prestar. Esos costos menores le permiten ofrecer tasas de interés más competitivas que las que ofrecen regularmente los bancos tradicionales.
Kubo se “graduó” en 2013 de la aceleradora Wayra y aunque su página web continúa en Beta, ya opera. Está autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de México, así que puedes estar seguro de que se trata de una alternativa legal, además de innovadora.
Conoce más acerca de Kubo en su sitio web.
Fede Torres