Como parte del emprendimiento social y de las tendencias globales más marcadas, encontramos el concepto “Tecnologías Verdes” que tiene su origen en el “Movimiento verde” mundial de los años 60’s y que se ha convertido en un tema de gran relevancia en todas las ramas.
Ser conscientes del impacto ambiental ha sido una de los ejes de las tecnologías verdes, término que se comenzó a utilizar por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en ingles) de los Estados Unidos, cuando desarrolló el programa Estrella de Energía en el año 1992. Este programa fue presentado como una asociación voluntaria basada en el mercado para reducir emisiones de gas invernadero mediante la eficiencia de la energía.
Hoy en día la tecnología verde se está desarrollando en toda Latinoamérica y en el continente Europeo, donde se establecen leyes que soporten de manera sustentable el crecimiento de la industria tecnológica.
La importancia radica en mantener este tipo de proyectos no desde una óptica económica, sino ambiental, social y cultural. Un ejemplo claro de la aplicación de este concepto se puede apreciar cuando en una empresa el costo total de propiedad y los costos de electricidad exceden el costo de compra de un servidor, la ecuación se inclina a favor de una mayor eficiencia, algo tan positivo para el medio ambiente como para las cuentas de la empresa. Invertir en “ser verde”.
En los próximos años el mundo verá una explosión de tecnologías que se irán desarrollando conforme nos inclinemos a un consumo energético menor tanto en edificios nuevos como antiguos. Las ventajas de consumir menos electricidad reducen los costos estructurales y el carbono en la atmósfera, lo que es bueno para el negocio y para el planeta.
Impulsar proyectos que apoyen las tecnologías verdes no sólo te pone en la corriente tendencial del emprendimiento social sino que podrás enfocarte de manera visionaria en uno de los negocios del futuro: Construir sociedades más sustentables.
@monnik7