¿Cómo mides y comparas el desempeño de tu empresa o franquicia? Lo más común es que lo hayas hecho con el desempeño pasado porque te da un parámetro muy definido de tus logros. No obstante, aunque estés mejorando, tu competencia podría estar teniendo resultados superiores, por lo que mejorar respecto a años anteriores puede no ser suficiente.
La definición del Benchmarking se refiere a que es un proceso continuo y sistemático de evaluar los productos, servicios o procesos de las organizaciones que son reconocidas por ser representativas de las mejores prácticas para efectos de mejora organizacional y orgánica. En palabras más sencillas, es una herramienta que te permitirá determinar qué tan bien se desempeña tu empresa.
Esta práctica puede ser un poco lenta al implementarla debido a que es cuestión de que la empresa asuma el cambio, pero una vez que hayan tomado la decisión se pueden emplear cuatro niveles para poner en práctica el benchmarking y que sea algo habitual dentro de tu organización.
El primero es el Benchmarking Interno, donde se hace un análisis de cadena de valor para conocer cuáles son los mejores y peores aspectos de tu compañía. Se tienen que hacer consultas a los empleados y directivos, sin perder de vista que haya un factor cultural que dificulte el proceso (miedo al despido), porque puede contribuir a que se pongan a la defensiva y la información pierde parte de su valor.
El segundo es el Benchmarking competitivo, donde comparas los estándares de tu empresa con los de las otras. Tu fuente de información puede ser tanto los clientes como los proveedores, o de ex empleados que estén dispuestos a hablar de su antiguo trabajo.
El tercero es el Benchmarking de la Industria, que es contrastar los estándares de la empresa con los de la industria a la que perteneces. Es importante tener una visión global para detectar los países con mayores índices de crecimiento. Para el caso de las PyMes es recomendable buscar en naciones en donde alguna de tu país de tu giro ya esté presente, para que sea más fácil incursionar en ese mercado. Así como conocer los exportadores extranjeros que compiten dentro y fuera de tu país.
El cuarto es el Benchmarking exterior o “mejor de su clase”, donde se debe comparar los niveles de logros de una organización con lo mejor que exista en cualquier parte del mundo, sin importar la industria o mercado donde te encuentres. Claro que no se debe perder de vista que los resultados del análisis pueden verse afectados por la diferente cultura empresarial de cada zona, región o país.
¿Por qué tienes que hacer Benchmarking? Sencillo, si quieres alcanzar esos objetivos trazados, esta herramienta te ayudará a desarrollar las estrategias tomando como base la experiencia de lo mejor de otras empresas. No solo implica un crecimiento, si no también más conocimiento y desarrollo de una cultura organizacional que sepa interpretar el entorno en donde actúa tu empresa. Hoy en día también existe mucha competencia, así que hay más presión por mejorar la calidad de los productos y servicios. Por eso es importante saber utilizar esta herramienta, para darle oportunidad a la innovación y creatividad que se manifiesta en las buenas empresas, aunque no haya una buena situación económica en un escenario dinámico, donde sólo sobreviva el más apto.
Haz crecer tu empresa, utiliza eficientemente la productividad y el capital humano para darle una nueva realidad, conciencia y que con tus estrategias administrativas puedas cumplir con tu misión.