Gran parte de la población mexicana tiene planes, proyectos e ideas innovadoras para generar empleos y formar parte de un círculo empresarial; sin embargo, la gran mayoría, no pasa de ser un pensamiento o una añoranza que queda para la historia.
La pregunta es ¿por qué si el mexicano tiene el don de generar cosas nuevas no lo aprovecha? La razón es simple: todo lo nuevo causa temor e incertidumbre y por lo tanto, nos detenemos ante las circunstancias y frenamos cualquier cambio para evitar riesgos y mantenernos en la famosa ‘zona de confort’.
La palabra emprender, es definida por la Real Academia Española, como: “Acometer y comenzar una obra, especialmente si encierra dificultad o peligro”.
Con el enunciado anterior, podemos entender que claramente se refiere a algo que no es sencillo y de lo que se tiene total incertidumbre; motivo por el cual, todos huyen de ese gran reto, sin embargo, esta falta de valentía, lo único que genera es frustración y conformismo.
Cuántas veces ha pasado por nuestra mente la famosa frase de: “yo lo hubiera hecho mejor”. Nos limitamos a criticar en vez de poner manos a la obra y generar, sentarnos con lápiz y papel, plantear el problema y diseñar posibles soluciones, buscar un equipo de trabajo que enriquezca estas ideas y fortalezca la iniciativa, para después implementarlas.
Emprender, queridos lectores, comienza con mejorar las cosas que ya tenemos, necesitamos tener experiencia en el proceso largo que implica esta palabra; por ejemplo, es todo un reto en un entorno laboral, intentar cambiar los procesos con que se desarrollan las actividades cotidianas, implementar nuevos conceptos, requiere de enfrentarse a adversidades como: compañeros que se resisten al cambio, aquellos que no consideran que el cambio pueda beneficiar a la empresa, autorizaciones por parte de los directivos, entre muchos otros obstáculos a los que podemos enfrentarnos.
Pero… ¿Qué nos detiene, a qué podemos atribuir realmente este freno que ponemos nosotros mismos? La respuesta será, sin lugar a dudas, por factores externos en primer lugar, nos justificaremos en la actitud de la sociedad, su falta de involucramiento en una mejora continua, la inestabilidad política y económica, la seguridad en la sociedad; también existirán factores que dependen en su totalidad de nosotros, la falta de conocimiento en la materia, no estar asesorados correctamente, entre muchas otras.
Si analizamos realmente la mayoría de los motivos declarados en el párrafo anterior, son rubros que pueden ser solventados con diferentes alternativas, aún el título de economía lo tiene, ya que existen instituciones públicas y privadas, que apoyan actualmente estas iniciativas comúnmente conocidas como PyMEs, brindándoles soporte financiero para iniciar su empresa, así como mantener la operación en la etapa de crecimiento de la firma.
Debemos anteponernos a las circunstancias, y no dejar que ellas tengan el control de la situación; si estamos convencidos de que el cambio es necesario, implementemos nuestras ideas de una forma sabia, con cautela, pero con precisión, seguros y convencidos que será un cambio con beneficio para la sociedad.
Ahora, podemos utilizar todas las herramientas que tenemos al día de hoy; por ejemplo, según un artículo de SoyEntreprenur.com, el Telecommuting (teletrabajo) es un instrumento que mejora la productividad y disminuye los costos operativos; es decir, que desde nuestro hogar, que es el lugar donde se generan las ideas y se plantean adecuadamente, podemos convertirlo en el territorio de desarrollo y así economizar recursos, generando estrategias de mercado que promuevan un crecimiento continuo, y que permitirán en un corto plazo, establecerse como negocio.
El mejor momento para realizar esa idea que ha rondado tu cabeza es hoy y ahora, es tiempo de salir del promedio de la población y comenzar a darle forma a ese proyecto que no sólo te llevará a un mejor nivel como persona, sino como mexicano y como una persona proactiva, con iniciativa, con posibilidad de generar riqueza para tu futuro, pero sobre todo, dejar una huella en la Nación; recuerda que toda idea grande empezó siendo una idea pequeña.