En el artículo anterior se hablaba de los fenómenos sociales que intervienen en la empresa y que afecta de manera positiva o negativa el desarrollo de la misma.

En este artículo mencionaré un par de fenómenos que también intervienen de manera importante:

El principio del Erizo. Este principio viene de la fábula en la cual el zorro hace lo imposible por atrapar a un erizo, y este siempre hace lo mismo: se enrosca e impide que le atrapen. Es decir; se centra en su mejor estrategia y la practica y la explota, siempre le da resultados y es por tanto un experto en ello.

Muchos líderes son del tipo erizo, se centran en una estrategia, al ser atacados, responderán con su estrategia y serán perfectos en su desarrollo y desempeño.

Este principio se basa en tres preguntas sencillas:

1. ¿En qué puede ser usted el mejor en el mundo en su labor?
2. ¿Qué mueve su motor laboral?
3. ¿Cuál es su pasión?

A partir de aquí es como se crea la ventaja competitiva de la empresa y de la persona. No se tiene que inventar el hilo negro, sino centrarse en qué es lo mejor que se sabe hacer y que además le apasione dentro y fuera del trabajo.

Ley de la navegación. Es muy sencillo pilotear un barco, pero no es tan sencillo saber a dónde dirigirlo y cómo llegar de manera satisfactoria. Lo mismo sucede en una empresa; es sencillo estar al frente y hacer lo necesario para que una empresa se mantenga y se sostenga; pero definir nuevas estrategias e implementar nuevos planes de acción no es tan sencillo. Se requiere un capitán con visión a largo, medio y corto plazo que dirija las operaciones de la empresa y no sólo que lleve a cabo acciones que la mantengan a flote.

El síndrome de “No se inventó aquí”. Supone un continuo rechazo a cualquier idea o estrategia externa a la empresa; generalmente utilizada cuando existe rivalidad entre empresas de la misma industria y la rotación de personal es constante entre esas empresas, en donde un nuevo elemento quiera implementar nuevas estrategias, surge el principio de territorialidad a proteger el territorio y defender que como no se inventó ahí no se puede aplicar.

Si bien es un síndrome común, es muy fácil disfrazarlo de manera que se propongan ideas de estrategias con nombres distintos y tropicalizadas a la realidad de la empresa en la que se encuentren. Este principio por lo general viene a “proteger” el territorio creyendo que las ideas surgidas de la empresa son las mejores, ahora bien si se involucra activamente a los miembros del equipo u organización en la implementación de una nueva idea o estrategia es más factible que ésta funcione que si no se tiene en cuenta este síndrome.

@ceciliaeinstein

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