¿Alguna vez te has parado a pensar cuánto cuesta cada hora de tu trabajo o la de tus colaboradores?

Es sorprendente darse cuenta del alto costo que tiene cada hora de trabajo que utilizamos si contamos todos los costos asociados a cada uno de nuestros colaboradores: salario, impuestos, equipamiento, herramientas de trabajo, aguinaldo, utilidades, energía eléctrica que consume, entre otros.

Ocurre que, como normalmente son costos que asumimos al iniciar una empresa o durante una sesión de planeación de recursos – que raramente ocurre en las organizaciones-, en la operación son pocas son las personas que se detienen a pensar en qué se refleja el dinero invertido y cuánto nos cuestan las tareas ordinarias que tenemos que hacer en el día a día. Por ejemplo, ¿cuál es el costo de una presentación en la que tuve involucrado a medio equipo durante tres días?

Nos sorprendería ver en qué estamos gastando nuestros recursos: dinero, tiempo y talento, al final del día.

Al costo directo de la hora de trabajo, también deberíamos añadir el costo de oportunidad que la inversión de tiempo o talento en una tarea determinada supone, es decir, el que un vendedor esté investigando y ordenando información en lugar de atender llamadas, reuniones y cerrar ventas tiene un costo de oportunidad más alto que incluso el precio por cada hora de su trabajo que estemos pagando.

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Como emprendedores multitareas, uno de los consumidores de tiempo más importantes que tenemos es buscar información necesaria para lanzar o fortalecer nuestro emprendimiento, sean temas generales o especializados que conocemos o no, pero que son vitales para nuestra actividad.

Según varias estadísticas internacionales, de fuentes tan reputadas como el IDC o McKinsey, dicen que una persona utiliza entre el 15% y el 35% de su tiempo buscando información sin ni siquiera encontrarla. Esto supone que 10 horas a la semana tú como emprendedor o cada uno de tus colaboradores, lo gastan buscando información y no dedicándose a sus tareas o metas prioritarias. Es lo mismo que decir que cada semana no trabajas un día laboral, ni aportas valor o contribuyes a los resultados de tu organización, y lo anterior sin contar el costo de oportunidad.

Pero ¿cómo podemos entonces atacar este mal necesario? ¿cómo pueden los emprendedores o colaboradobres centrarse en su actividad principal si irremediablemente necesitan cierta información?

El problema puede ser afrontado desde varias vertientes, te compartimos algunas de ellas:

  • Acercándote a organizaciones que brindan servicios de asesoría y/o consultoría gratuitos, comparten documentos y/o generan networking con organizaciones o personas con los conocimientos que comparten sus recursos.
  • A través de la organización de la documentación de la empresa y capitalización del expertis de sus integrantes. Contar con sistemas internos de administración del conocimiento que puedan unificar la información generada de todos tus colaboradores o, incluso, delegar a una empresa externa la función de buscar y organizar la información dentro de tu organización.
  • Externalizando tu proceso de búsqueda de información con empresas como Atlantia Search, donde la búsqueda de información, datos o reportes se solicitan a expertos en diferentes temáticas que conocen dónde y cómo encontrar información confiable de modo rápido, traduciendose en un menor costo real y de oportunidad para cualquier organización.

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