Desde muy jóvenes, las personas enfrentan la necesidad de tener que administrar sus recursos financieros. Ejemplos comunes pueden resultar el almuerzo del día, la salida con los amigos, la colegiatura de la escuela, la gasolina del coche o incluso responsabilidades como una familia. Todos los puntos antes mencionados tienen en común que para satisfacer dicha necesidad, se tuvo que emplear dinero. Es por ello que resulta importante que desde temprana edad se eduque a las personas sobre temas financieros. Es factible que en un principio no se tenga acceso a tantas cosas como uno quisiera, sin embargo se pueden desarrollar hábitos como el ahorro o concientizar sobre temas tan simples como la importancia del dinero y su función.
Por poner un ejemplo, si una personas cuenta con algunas, si no es que todas, las siguientes características:
– No les rinde el dinero.
– Siempre piden prestado.
– Tienen deudas que no pueden liquidar.
– No tiene ahorros.
Difícilmente se podría pensar que esa persona pudiera desarrollar un papel ejemplar al frente de una empresa en el área de Finanzas. Al contar con una adecuada planeación y administración de los recursos, es posible hacer frente a todos los compromisos, sin necesidad de comprometer la condición económica o caer en incumplimientos innecesarios.
Tips para mejorar tus Finanzas
1) Presupuesto. Siempre es importante que lleves un control del dinero que esperas recibir, como de los gastos en los que planeas incurrir. Los gastos los puedes clasificar como fijos (teléfono, luz, Internet) y variables (comidas, entretenimiento, gasolina).
2) Registro. Al llevar un registro, te permite clasificar e identificar los diferentes gastos que se tienen a lo largo de un periodo. De esta forma se pueden detectar posibles gastos “hormiga”.
3) Recortar gastos. Una vez identificados los gastos, resulta más sencillo definir cuáles conceptos son prescindibles y comenzar a ahorrar.
4) Ahorro. Uno de los principales problemas es que se piensa que si a uno, de casualidad, le sobró dinero al final del mes, lo puede ahorrar. Esto es un pensamiento erróneo debido a que nunca se establece la meta o propósito de alcanzar una cierta cantidad. Una buena práctica es que directamente de los ingresos, una parte se destine específicamente para ahorrar (como si fuera un gasto). De esta forma el dinero no se convierte en una tentación para que se gaste en otros rubros.
5) Fondo de Ahorro. Otro error común al querer ahorrar, es que se tenga el dinero en efectivo o en la cuenta de la tarjeta de débito. Como en el caso anterior, al estar disponible ese dinero, es más propenso que uno lo emplee para cubrir ciertos gastos. Es por ello que resulta recomendable invertirlo en fondos de ahorro o instrumentos, ya que limitan su acceso, permiten el ahorro e incluso llegan a generar intereses.
6) Créditos. Un crédito puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. Nunca se debe de considerar una tarjeta de crédito como una extensión de tu sueldo. El crédito debe emplearse para gastos fuertes en lo que no se tiene la liquidez suficiente para cubrir la compra, pero sí la solvencia. Como recomendaciones se tiene la de pagar más del mínimo señalado en el estado de cuenta, para que puedas liquidar tu deuda lo más pronto posible y sean menores los intereses que se generen mes a mes. En caso contrario, al menos uno debe de cumplir con el pago mínimo para evitar cargos adicionales por servicios de cobranza.
7) Promociones y meses sin intereses. Una promoción como un descuento no es sinónimo de “necesidad de compra”. Aunque efectivamente el precio del producto o servicio es menor, puede resultar más caro porque estás adquiriendo algo que no necesitas. Antes de comprar productos con promociones o descuentos, reflexiona sobre si lo comprarías aunque no estuviera en oferta. Del mismo modo con los meses sin intereses, solamente se está difiriendo el pago, por lo que si uno no se administra adecuadamente, puede incurrir en impagos y no hacer frente a las obligaciones.
Estos son algunos consejos que pueden servir para mejorar la gestión del dinero en la vida cotidiana. Sin embargo, estas prácticas son igualmente aplicables para una empresa, porque una inadecuada administración y planeación, puede llevar a la organización a que no cubra sus deudas con proveedores, no le pague a sus empleados, no cumpla con sus impuestos, que esté endeudada o simplemente no se tenga los recursos suficiente para invertir en una nueva maquinaria.
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