Breather

Recientemente estuve dándome mi vuelta en Nueva York como buen nómada digital, disfrutando de las extravagantes experiencias de esta ciudad. Una de las cosas que más me gusta de esta urbe, es que aquí experimentan mucho con las apps, ya hay casi para todo dentro de la ciudad (y lo que no hay, lo inventan).

Así fue que un día mientras caminaba por esas concurridas calles, encontré un tweet de Julien Smith, un developer, que estaba invitando a todo newyorkino a probar su nueva aplicación, Breather, de forma gratuita. No pude resistir y acepté.

Una vez que le envías un correo a Julien y él personalmente te responde mandándote información de cómo usar la app y su página web, además de 2 horas gratis de prueba.

¿Pero qué es Breather? Bien, esta aplicación está diseñada para reservar un cuarto de trabajo donde se pueden hacer juntas, tener una oficina temporal o darte uno pequeño (si, por eso se llama Breather).

Bastante básico e ingenioso, ¿no crees? Esta idea funciona muy bien para las ciudades congestionadas como Nueva York dónde todo se vive de prisa y no hay tantos lugares de trabajo aislado. Así que esto también le queda a la Ciudad de México, por lo que no está de mal tomar nota.

Pues así fue como me di a la tarea de probar las dos horas gratuitas del servicio. Empecé abriendo la app y revisé los lugares disponibles en un mapa, que la mayoría de estos se encuentran en el centro de la ciudad (muy buen punto). Entonces escogí dos horas en un cuarto que se veía bonito dentro de un edificio por Bryant Square y tenía todo listo con solo unos clicks dentro de la app.

El día de la prueba tenía que llevar mi celular con la aplicación para que me aceptaran la entrada desde el lobby. Se lo enseñé al guardia en turno, me dio una tarjeta que me avalaba como residente temporal del edificio y me indicó el piso dónde se encontraba el cuarto de Breather.

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Una vez estando cerca que encontré el cuarto, hice check-in a través de la app, recibí un código para abrir la puerta y mis dos horas de experiencias comenzaron.

En primera puedo decir que el cuarto se veía mucho más grande en la descripción, dentro del app, pero ahora entiendo que es muy importante tener buenos fotógrafos cuando quieres vender algún producto o servicio…

Siendo sinceros, tampoco es chico — creo que es suficiente. Suficiente para unas dos a personas máximo. Suficiente para hacer una pequeña entrevista con alguien, sea en persona o en línea (con lo callado que era el lugar es perfecto). El cuarto tiene una ventana, que respira y atrae suficiente lugar para no sentirte encerrado.

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Cuenta con un pequeño sofá con una mesa, que gratamente te lo ponen con suficientes revistas interesantes si quieres solamente distraerte, además de una caja con dulces (¡que buen detalle!).

Veo que la mayoría de estos cuartos traen un espejo, que la verdad no sé cuál sería la razón… más que peinarte si es que te echaste una siesta en el sofá.

Después de probar las comodidades, me fui a lo más importante: la forma de trabajo. Pues el cuarto de Breather tiene una pequeña mesa circular con 3 sillas, suficiente para trabajar. En ella, puedes encontrar un cargador para varios tipos de electrónicos, lápices y un cuaderno para escribir. Además de un pizarrón para perder las horas haciendo brainstorm.

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En cuanto me senté en la mesa, sentí como el silencio y la luz del exterior me atrapaban. Me gustó mucho la sensación de concentración dentro del cuarto. Te dan una clave para usar el Internet y la rapidez de este era increíble, realmente quería darme ahí…

Pero la idea de estar apresurados por las horas tienen sus ventajas también, ya que en esos casos pueden trabajar más y sentir que las horas las están aprovechando (además de pagarlas).

Una vez que estaban cerrando mis dos horas de uso, después de trabajar en mi movimiento, la app me notificó que era tiempo de check-out así que le di aceptar, dejé todo limpio y tristemente me fui.

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Gran idea de aplicación. Aunque esta se puede asemejar al concepto de co-working, este es muy diferente ya que es más que nada para proyectos personales. Como mencioné al principio, tanto en Nueva York y la ciudad de México, esta opción es un buen escaparate del trabajo cotidiano.

Salí realmente satisfecho de la experiencia y lo podría hacer otra vez, aún cuando ahora tenga que pagar por tiempo. El precio varía dependiendo del tamaño de lugar, pero lo más bajo que hay es $25 USD por hora, que quizás se puede traducir diferente de la ciudad.

Creo que es una idea que se pueda replicar muy bien en nuestra zona de habla hispana, solamente que se deben aplicar algunas reglas de éticas dentro del proyecto. El mercado que le queda un proyecto parecido a freelanceros, blogueros, escritores y nómadas digitales. Es decir, tú, yo y mi comunidad.

Ojalá esta información le pueda servir a alguien, sea para aprender como jalar audiencia, lanzar una aplicación parecida o probar cosas diferentes. ¡Anímate a comenzar algo!

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