Dirigir un negocio es pesado. Es pasar horas y horas en planeación y ejecución. Y es aún más pesado si estás por tu cuenta. Al no tener ayuda necesitas subirle al tono a tus esfuerzos si realmente quieres sobrevivir, y esto puede ser exhaustivo.

Yo firmemente creo que uno no tiene que hacer todo en su negocio, a pesar de que seas el único en él. Debes aprender a delegar, y expandir tu círculo de contactos.

Pero, ¿cómo delegas si no hay a quién delegar tareas? Bueno, primero, como ya te debiste haber dado cuenta, no eres el único haciendo negocios. Así que, ¿por qué no le pides a otra empresa que te ayude con algún proceso de tu empresa? Muchos negocios funcionan así. El mío, por ejemplo.

Para lograrlo debes enfocarte en empresas medianas o un poco grandes, ya que éstas tienen la infraestructura y capacidad de manufactura que tú no tienes, además del prestigio y procesos de trabajo ya definidos. Ellos pueden ayudarte a poner en el mapa a tu negocio y hacerte crecer.

Pero claro, como todo, hay riesgos. El mayor problema que me he encontrado con el “outsourcing”, es que no siempre funciona. Es difícil encontrar una empresa que pueda estar acorde a todas tus necesidades específicas y tu manera de trabajar. Me ha pasado que la empresa con la que hice el trato puede cumplirme un cierto trabajo, pero cuando regreso con otro trabajo ya no pueden cumplir los requisitos.

El outsourcing es bueno, pero tienes que tener en mente que los procesos que tratas de subcontratar no deben variar con el tiempo, o al menos que varíen poco en un largo periodo de tiempo. Esto especialmente para las empresas orientadas a la manufactura o creación de productos. Para las empresas de servicios esta tarea se complica si se tiene un enorme catálogo de servicios.

Para este tipo de empresas es mejor establecer alianzas específicas con cada servicio que puedes ofrecer. Como ejemplo, mi empresa ofrece consultoría y apoyo a empresas pequeñas en TI (tecnologías de información). Debido a esto forme alianzas con muchas empresas de TI que ofrecen soluciones específicas como diseño web, puntos de venta, gestión de inventarios, y demás. Me volví un revendedor de sus servicios, pero claro, yo gano al cobrar al cliente por capacitación y consultoría en todo el proceso de implementación. Las dos empresas ganan.

Pero ¡cuidado! este modelo de trabajo tiene un problema. Hay clientes que deseen una solución completamente personalizada y necesidades muy específicas. Para esto debes de crear protocolos con tus aliados, para solventar este tipo de solicitudes. Se debe de aclarar que los clientes son la prioridad, y tu misión es encontrar nuevas maneras de crear valor.

Si quieres crear un negocio solo, yo recomiendo buscar subcontratar o aliarte con otras empresas para ayudarte a cumplir todas las necesidades de tus clientes. Con el tiempo, tu negocio crecerá lo suficiente para subcontratar cada vez menos procesos. Pero para empezar, una mentalidad hacia el outsourcing te puede mantener a flote.

Por: Cristopher Ramírez es un  Ingeniero en TI convertido en emprendedor, inversionista y apasionado escritor. Dedicado a alcanzar sus sueños. @Cris_Rmz

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