Imagina de pronto que tienes una varita mágica. Tienes un negocio. Después de haber rogado a la bruja de las bondades, le pides que la varita mágica sea capaz de algunos cuantos trucos. ¿Qué pedirías? ¿Y cuánto pagarías por ese deseo? ¿Te gustaría que la varita mágica fuera capaz de realizar ventas espontáneas, en el momento que lo desees (o incluso sin desearlo)? ¿Cuánto pagarías porque esa varita mágica pudiera hacer que tus clientes tengan un deseo irresistible por comprar tus productos y servicios? ¿Cuánto pagarías porque esos productos y servicios que ofreces sean tan útiles y beneficiosos para tus clientes, que cuando ellos piensen en (aquí pon el nombre de la necesidad que satisfaces), hagan una asociación inmediata hacia tu producto y que en ese momento lo adquieran?
Una varita mágica generadora de ventas espontáneas. ¡Suena genial! Basta agitarla y pronunciar las palabras mágicas para que de pronto, suene la caja registradora. Vamos, agítala… Agítala con más fuerza, con mayor destreza y… Despierta.
Cuando yo era niño y puse mi primer negocio, soñé con tener algo así. Una varita mágica que en verdad llenara mi negocio de clientes. Pero no, en cambio, ahí estaba yo, persiguiendo cliente tras cliente para que pudieran ver (medio ver), mi producto o mi servicio. Y curiosamente, mientras más perseguía a esos prospectos, más se alejaban y yo vendía muy poco. Entonces le pedí al cielo que por favor, me regalara una varita de esas con las que todo el mundo soñamos. Y años después, el cielo me respondió con la palabra MARKETING.
Yo llamo al marketing, el arte de las ventas espontáneas. Las ventas espontáneas tienen una psicología específica, un algoritmo predefinido, una serie de atributos que, si son seguidos de manera adecuada, llena las arcas de cualquier empresa. Si entiendes las reglas del marketing, pasas de ser un mediocre vendedor a ser un genio de los negocios. Estas reglas del marketing parecen lógicas. Cualquiera con un poco de sentido común podría descubrirlas. Pero ¿por qué es que tan pocas empresas las siguen? Seguimos pensando en la proporcionalidad del esfuerzo como la medida del éxito: a más esfuerzo, mayor éxito. Sin embargo el universo no funciona de esta manera.
Es posible que un inversionista, proporcionalmente, se esfuerce 100 veces menos que un albañil y sin embargo, gana 1,000 veces más que él. Cuando ponemos un negocio, pensamos que este debe costarnos mucho trabajo y mucho esfuerzo, que debemos perseguir a nuestros clientes hasta que de pronto, realicen una compra o firmen un contrato. Sin embargo, los negocios funcionan de forma muy distinta.
En este artículo y durante las próximas semanas iré mencionando cuáles son las características que debe tener un negocio y los pasos que debe seguir un empresario para que, de manera instantánea y sin esfuerzo alguno, pueda comenzar a realizar ventas espontáneas. El solo hecho de conocer estas características hará que en verdad tengas una varita mágica que te genere VENTAS. A continuación enumeraré las características de las ventas espontáneas. Toma nota y sigue mis artículos que, durante las siguientes semanas, profundizaré en cada uno de los siguientes puntos. Un negocio o un producto capaz de realizar ventas espontáneas se basa en:
- Clientecentrismo. La capacidad de abandonar tus deseos para satisfacer los de tus clientes.
- Filtrado Sucesivo. La capacidad de filtrar de manera automática tus clientes de tus prospectos.
- Magnetismo. La capacidad de atraer a tus clientes, en vez de perseguirlos.
- Irresistibilidad. La capacidad de no importar tu precio ni tu producto: tus clientes no pueden resistir comprarte.
- Ubicuidad. La capacidad de estar en cualquier lugar donde tus clientes te necesitan.
- Disponibilidad. La capacidad de tener la cantidad que tus clientes necesitan.
- Temporalidad. La capacidad de estar cuando tus clientes te necesitan.
- Autopublicidad. La capacidad de que tu producto se publicite por sí mismo.
- Alto consumo. La capacidad de hacer que tus clientes te necesiten frecuentemente.
Cuando pienso en una varita mágica de las ventas instantáneas, pienso en estas 9 características del Marketing. ¿Te gustaría conocerlas con mayor detalle? Deberías seguir este espacio. Cada quince días, iré profundizando en cada uno de los puntos.
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Luis Díaz
