Al iniciar un proyecto, generalmente comenzamos felices y muy motivados con la certeza de estar haciendo lo correcto y de ir en la dirección adecuada; si bien no conocemos el futuro, estamos seguros que a nuestro presente augura un mañana prometedor.

Un buen emprendedor, debe tener la capacidad de reconocer el alcance y las limitantes de un proyecto, ya que en el camino de implementación, tendrá que enfrentarse a diferentes vertientes, sobre las cuales una ‘buena’ o ‘mala’ decisión, serán las que determinen si la trayectoria es correcta o si es inminente una modificación.

Según el diccionario de la Real Academia Española, «una decisión es la determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa; firmeza de carácter». Entendamos que no es algo sencillo, ya que ante la duda, siempre existirán alternativas, que conllevarán un riesgo.

La mejor forma de tomar una decisión correcta es mediante el análisis de las variables, definitivamente habrán algunas de las que no tengamos control, es por ello que debemos dividir este análisis en dos partes:

  1. Análisis de variables internas. Donde incluiremos todo aquello sobre lo que tenemos control, donde nosotros podemos influir directamente; aquí podemos considerar nuestra actitud, el capital que vamos a invertir en el negocio, las estrategias que implementaremos, etcétera.
  2. Análisis de variables externas. Aquí incluiremos las cosas sobre las que no tenemos control alguno, por ejemplo una devaluación de la moneda, los cambios que pueda generar mi competencia, incluso alguna enfermedad, entre otras.

Para realizar un correcto análisis, debemos  tener en cuenta que existirán consecuencias, positivas o negativas, pero siempre habrá secuelas; y para evitar que sean desagradables, debemos considerar los siguientes factores:

Información, conjunto de datos sobre un tema determinado.

Conocimiento, es la facultad de entender y juzgar las cosas.

La relación entre los anteriores, es que una vez que la información es correctamente asimilada, puede ser utilizada como conocimiento.

Criterio, este lo da únicamente la experiencia y el famoso ‘sentido común’, generalmente hay una variación considerable entre el criterio de una persona y otra, pues es la capacidad que se tiene para formar una opinión, y aquí es donde la decisión tomará su papel vital.

Estando frente a un equipo, la tenacidad con que se tome cada decisión y se respete, será fundamental para el éxito que se pretenda alcanzar, no dejando a un lado que si bien existe una cabeza, en ocasiones será necesario escuchar a los miembros que lo componen.

No olvidemos que lo más valioso de un gran líder, será su determinación en cada una de sus decisiones, el éxito de cualquier emprendedor, será, sin lugar a dudas, la capacidad en la toma de decisión, considerando que aunque no todas nos podrán llevar al éxito, todas nos llevarán a un nivel más alto de aprendizaje.

Decidir es arriesgar, sin embargo, los planes bien meditados dan buen resultado; los que se hacen a la ligera, causan la ruina.

@ccharragae

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