En la empresa, así como en un arado, debemos evitar que los bueyes vayan en direcciones equivocadas, de no ser así, el esfuerzo de ellos, su ánimo, y su cansancio serán en vano dado que el esfuerzo de uno contrarrestará el del otro. No sólo no avanzarán, al permanecer estáticos deberán ejercer una fuerza mayor, sus pesados cuerpos se cansarán debajo del sol abrumador, y lo peor de todo es que la productiva tierra no será preparada para la siembra y tampoco habrá alguna cosecha de la cual disfrutar en los meses venideros.

Se debe hacer que los bueyes que se encargan de preparar el camino para la siembra y la posterior cosecha, halen en la misma dirección, y sumen su esfuerzo en lugar de restarlo al de su compañero. Nos entra una duda, ¿cómo lo podemos hacer?, ¿cuál es el método que evitará que estos bueyes impidan el avance de la siembra y que en cambio permitan que el terreno sea tan productivo como no se imaginó antes?

El método no es complicado. Tal y como un imán atrae las limaduras de metal desordenadas y las ordena en una dirección, así mismo se puede hacer con los bueyes, y con cada uno de los integrantes de una empresa; en especial con una empresa reciente. El Imán que se utilizará en este caso es la “declaración de estrategia”.

En las empresas, muchas personas se plantean interrogantes tales como, ¿debo dedicarme a esa oportunidad del mercado, aún cuando en la junta tenemos posiciones encontradas?, ¿Por qué hacemos eso de nuevo, si el año pasado nos dio malos resultados?, ¿por qué nadie me dijo que mi iniciativa iba en contra de la estrategia?, ¿debería perder el cliente, o bajar el precio?

Existe una frase de Michael Porter, uno de los estrategas corporativos más importantes a nivel mundial, que señala que “La esencia de la estrategia es seleccionar qué no hacer”. Esto quiere decir que debemos rechazar diferentes caminos, oportunidades, clientes, mercados, etc.  Para lograr enfocar los diferentes esfuerzos de la compañía y adaptarlos a su propuesta de valor. La persona que dirige los bueyes en un arado debe decidir si el arado se hará de forma diagonal, paralela, o circular; pero no en todos los sentidos, de otro modo la tierra no aprovecharía bien el agua para el sembrado. Una empresa que vende productos para la vejez no debería enfocarse en vender sus productos a niños; así como una empresa que vende productos para personas de ingreso alto no debería enfocarse en reducir sus precios.

La declaración de estrategia, no responde a preguntas como ¿por qué existimos?, ni ¿en qué creemos?, se compone de 3 partes importantes y se recomienda que no supere las 35 palabras (Collins & Rukstad, 2008), y así mismo ésta ayuda a construir la imagen de “lo que queremos ser”, es decir, la visión de una empresa.

La primera parte que compone la declaración de estrategia es el objetivo, que debe ser medible, sujeto a plazos, y estar establecido en términos específicos;  debe responder a qué se quiere lograr como empresa en un tiempo determinado.

En segundo lugar está el alcance, en éste es donde se deben especificar mejor el qué no hacer. Muestra cuál es el cliente o la oferta, cuál es la ubicación geográfica en la que se van a concentrar los esfuerzos de la compañía, y cómo se debe organizar la misma para la producción y distribución de bienes o servicios: integración vertical, u horizontal.

Por último se encuentra la ventaja, que posiblemente es el aspecto más crucial de la declaración de estrategia, pues muestra la propuesta de valor de una empresa, se asocia al aspecto diferenciador de la compañía, que finalmente se convierte en la ventaja competitiva. ¿Cuál es la actividad única que se va a realizar?, ¿cuál es el valor agregado que estoy dando y que no da nadie más?, ¿qué procesos internos realizo para que nadie pueda apropiarse de mi estrategia?, ¿Nos estamos enfocando en la calidad o en el costo?, ¿en la imagen o en el producto?

La idea de la declaración de estrategia no es limitar al empresario, sino alentarlo a innovar desde la propuesta de valor de su empresa, teniendo claro qué es lo que se quiere y cómo se va a lograr. Además es importante que cada persona dentro de la compañía conozca esta declaración y así hacer que todos vayan en una misma dirección, logrando así un buen arado, una buena siembra y una buena cosecha.

A continuación y para dejar claro el concepto se encuentra la declaración de estrategia de Edward Jones, una empresa de asesores financieros estadounidense que ha logrado posicionarse en su mercado; los elementos de la estrategia se encuentran claramente expuestos en dicha declaración.

Llegar a tener 17.000 asesores financieros en 2012, brindando asesoría financiera cara a cara, accesible y confiable a inversionistas individuales conservadores que delegan sus decisiones financieras, mediante una red nacional de oficinas que disponen de sólo un asesor financiero” (Collins & Rukstad, 2008).

Sólo queda aplicar la declaración de estrategia en el campo de acción para ver los resultados. “Los esfuerzos bien direccionados hacen que los objetivos se cumplan”.

@marioalejandrob

BIBLIOGRAFÍA

 Collins, D., & Rukstad, M. (2008). ¿Puede usted decir cuál es su estrategia? Harvard Business Review, 110-119.

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