Si usted está pensando en embarcarse en un emprendimiento es importante analizar una serie de variables antes de tomar esa trascendental decisión. Los primeros años son conocidos como el Valle de la Muerte; este sugestivo nombre refleja que la etapa inicial del cualquier emprendimiento es sumamente dura desde todo punto de vista: es el periodo donde se prueba el modelo de negocios, el financiamiento es escaso y se está luchando para desarrollar una cultura empresarial y un equipo de trabajo. Un 50% de los startups mueren al primer año y un 80% no llegan al tercero: no pasan del temido Valle de la Muerte. Dado que es una travesía que puede durar mucho tiempo, antes de comenzar ese recorrido es recomendable trazar una ruta, analizar a lo que nos podemos enfrentar y alistar lo necesario para sobrevivir, es decir prepararnos de la mejor manera.
Antes de comenzar a emprender, es importante hacer un análisis en tres niveles:
1. A nivel del modelo de negocio: Es importante saber con seguridad o relativa certeza las preguntas más importantes para emprender un negocio:
· ¿Cuál es mi cliente y cómo voy a llegar a él de una manera efectiva y eficiente?
· ¿De qué tamaño es el mercado y cuáles son las principales tendencias que lo están afectando?
· ¿Cuál es mi propuesta de valor y ventaja competitiva? (¿Qué de diferente tiene mi emprendimiento versus otros y cómo puedo evitar que me lo copien?)
· ¿Cuál es el problema que busco resolver y cuál es la solución que estoy brindando?
Si usted no domina alguna de estas preguntas al 100%, es hora de volver al escritorio y seguir trabajando en el plan. En el caso de emprendimientos, más que el famoso plan de negocios recomendamos el Lean Canvas (en esta serie de videos narrados por el blogger, José Antonio de Miguel, se explican muy bien los principales conceptos). La herramienta es muy poderosa y adaptable cuando queremos validar una idea; recomendamos aplicar su metodología.
2. A nivel financiero: Es muy importante dominar los números para ser exitoso. No se vale decir: “Contabilidad o finanzas no es lo mío”. Si se quiere ser emprendedor, no hay que ser un Master en finanzas, pero sí saber lo básico. A continuación, algunos puntos importantes para el momento de emprender:
· Incorpore un estimado de flujo de caja negativo a su inversión inicial. Adicional a los primeros gastos para empezar un negocio, es importante cuantificar el tiempo donde éste tenga un flujo de caja negativo, es decir, donde los gastos y costos van a ser mayores a los ingresos. Si bien esto depende de cada negocio, es importante tener un colchón al menos para los primeros seis meses.
· Analice muy bien en qué gastar. Siguiendo el lema de que a mayor riesgo, mayor retorno, se debe invertir en lo que hará que el emprendimiento tenga este rendimiento esperado, y eso normalmente está ligado a la ventaja competitiva. Por ejemplo, cuando abrí un restaurante compramos todo el equipo de cocina nuevo (un error garrafal, pues por un lado los restaurantes son los negocios que más fracasan y por el otro, es muy sencillo conseguir equipos casi nuevos a un tercio del costo en casas de empeños). En este caso, es más importante invertir en mercadeo, los procesos de automatización o la calidad de las recetas, que al final de cuentas es lo que va a contribuir a que su negocio pueda trascender.
· Calcule bien sus costos y gastos. Antes de emprender tome el tiempo para calcular muy bien los costos y gastos. Sea muy minucioso a la hora de estimar hasta el último detalle, teléfono, luz, salarios, caja, seguro, impuestos municipales y mercadeo. Entre más claros tengamos estos rubros, menos sorpresas nos vamos a llevar.
3. A nivel personal: No vamos a mentir; el ser emprendedor es sumamente estresante: se está en constante presión siempre al borde del fracaso y con muchas responsabilidades. Cuando eres empleado, tienes dos tiempos muy definidos: tiempo de trabajo y tiempo de ocio (inclusive en trabajos muy demandantes de vez en cuando uno se puede desconectar). Cuando se es emprendedor, esa barrera entre el tiempo de ocio y trabajo desaparece, y el tiempo de trabajo se come al otro. Es importante enfocarse en tener una vida balanceada con buena alimentación, buen ejercicio y buen apoyo emocional para que esto no nos pase la factura a nivel físico y psicológico.
Pero tampoco es para asustarlos. El ser emprendedor tiene muchas ventajas: eres dueño de tu destino y puedes explotar tu liderazgo y creatividad, vives en un constante aprendizaje, sientes que estás contribuyendo al desarrollo del país y si tienes la suficiente suerte, puedes hacer dinero (de hecho el 66% de las personas más ricas del mundo son emprendedores y, del porcentaje restante, muchos son segunda o tercera generación de emprendedores).
Escrito por Alejandro Brenes.
1 comentario