Como emprendedores algunas veces sentimos que nos ahogamos en un vaso de agua, que el tiempo conspira contra nosotros porque tenemos infinidad de deberes por hacer pero las manecillas no están a nuestro favor. Antes que pienses siquiera en “tirar la toalla”, te compartimos un secreto mágico que te ayudará a resolver esta situación: aprender a delegar.
Es común que como dueño de tu empresa quieras estar en todo y en ocasiones puedas creer que si no lo haces tú entonces nadie lo hará bien. Al estar en esta situación lo único que logras es perder el enfoque estratégico de tu negocio, centrarte en cuestiones solamente operativas y perder probablemente oportunidades de crecimiento.
Entendemos que decirle a los demás qué hacer pudiera parecer algo sencillo, sin embargo, nos hemos encontrado con algunos escenarios que lo dificultan:
– Escenario UNO, el emprendedor cuenta con el respaldo de un buen equipo de trabajo, pero a pesar de decirles qué hacer, éste prefiere seguir haciendo todo o bien interviniendo en cada momento sin dar oportunidad de actuar a su gente.
– Escenario DOS, en el cual el emprendedor cuenta con el equipo, los deja actuar, pero no sabe comunicar bien los objetivos a alcanzar.
– Escenario TRES, una situación en donde el emprendedor cuenta con un equipo que sabe los objetivos y se compromete, pero que no está capacitado o no cubre el perfil del puesto.
– Escenario CUATRO, donde el emprendedor de plano se encuentra solo, en el punto de necesitar contratar a alguien pero no sabe ni por dónde comenzar.
¿Te encuentras en alguna de estas situaciones?, no te espantes, todo tiene solución solo es cuestión de ser objetivo. Mira tu empresa, observa a tu gente, revisa cómo es tu comunicación con ellos, establece prioridades y continúa leyendo, pues te daremos unos consejos útiles que puedes llevar a la práctica.
Delegar implica distribuir responsabilidades (tareas) al equipo de trabajo, partiendo de objetivos claros, plazos de tiempo de entrega establecidos y requisitos o características que debe tener cada tarea. Recuerda, una vez entregados los resultados es importante que mantengas como política un proceso de retroalimentación, el cual servirá para medir resultados, ver aciertos y posibles mejoras. Esto hará sentir a tu equipo siempre satisfecho por la entrega y motivado al saber que es reconocido por su trabajo o bien asesorado en caso necesario.
Delega, y olvídate del estrés. Como emprendedor, quizá digas que sentir esa adrenalina que el estrés puede darte está bien, pues te impulsa a seguir dando todo para tu proyecto; pero ojo, vivir así lo único que puede darte es problemas de salud e incluso sociales.
Es mejor tomar ya “el toro por los cuernos” y definir de una vez cómo se distribuirán las actividades según las características de tu equipo y perfiles de puesto. Si estás acostumbrado a hacer tú todo, puede tomarte un poco de tiempo, pero definitivamente lograrás delegar de manera óptima.
A continuación te compartimos cuatro puntos importantes para aprender a delegar:
- Confía. Todo inicia con la confianza, sin ella aunque tengas los siguientes puntos, nunca lograrás dejar a tu equipo actuar solo, por ende tu estrés y falta de tiempo continuarán.
- Define. Detallar las tareas y objetivos de manera concreta y específica es la base para lograr resultados positivos y eficientes. Debes darle a tu equipo la información necesaria para que pueda realizar su trabajo, los objetivos a alcanzar y el tiempo para terminar la tarea. Recuerda los objetivos deben ser claros y medibles, sino será complejo ver grados de avance y dar una retroalimentación adecuada.
- Designa. Es importante que antes de delegar proyectos te fijes en la persona a la que se los asignarás, es decir, si está capacitada para realizar la labor, si conoce del tema, su actitud entre otros rasgos de personalidad y perfil de puesto. Ojo, puedes asignar una tarea a alguien capaz e inteligente, aunque no tenga experiencia en esa área, él te lo agradecerá, pues además de motivarlo a aprender le ayudas a su crecimiento. No olvides de asegurarte que la persona haya entendido claramente de qué se trata el proyecto y qué se espera de él.
- Acompaña. Delegar no implica olvidarte por completo del asunto, no abandones a tu equipo, pero tampoco seas absorbente al grado de no dejarlos actuar. Mantente siempre abierto a consultas, guíalos, dales consejos o información extra que pueda ayudarles en elaborar su tarea. Ve cómo van sus avances y retroaliméntalo, esto te servirá para ver si es necesario dar un giro a tiempo y no darse cuenta del error una vez terminado el trabajo.
Recuerda: Delegar no implica dejar que los demás realicen tareas sencillas o las que tú no quieres hacer o no tienes tiempo. Al contrario, delegar adecuadamente, te permitirá priorizar tareas, cumplir con los tiempos de entrega, quitarte el exceso de estrés y sobre todo, que tu equipo de trabajo crezca, potencialice habilidades y se sienta motivado y satisfecho trabajando en tu empresa.
Si eres emprendedor y deseas saber más sobre cómo delegar, cómo crear un equipo de trabajo, sus planes de crecimiento y capacitación y en general cómo administrar de manera eficiente un área de Recursos Humanos, acércate a Victoria 147 y forma parte de su red de Emprendedoras.
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