Las empresas en su operación diaria, no solamente se pueden preocupar por los niveles de ventas, el personal con el que cuentan o las estrategias que emplean. Los impuestos son otro rubro al que deben darle su debida importancia ya que impactan de forma financiera y legal a las empresas. Sin embargo, alguna vez te has preguntado, ¿de dónde vienen y por qué se pagan los impuestos?
Antes que nada es importante definir en qué consisten los impuestos. Se pueden definir como las contribuciones establecidas en las leyes, que deben pagar las personas y empresas que incurran en las situaciones que los originan. Ahora que se cuenta con un concepto, podremos analizar con más detalle su origen y propósito.
Primero se debe partir de la Carta Magna, la cual otorga derechos y obligaciones a los ciudadanos. Entre las obligaciones que tienen las personas, se incluye el que deben de contribuir con los gastos en los que incurra el Gobierno. Esto quiere decir, la Ley máxima nos obliga a que apoyemos al Gobierno con gastos como sueldos a funcionarios, servicios públicos, obras como carreteras, entre otros y los impuestos deben de ser creados con este fin.
A partir de este punto, se desprenden una serie de principios con los que deben contar los impuestos para que puedan aplicarse y no se incurra en un abuso en contra de las personas. Algunos de los principios más importantes son los siguientes:
Legalidad: Todo impuesto debe estar expresado en una Ley. Ejemplo: Ley del Impuesto sobre la Renta, Ley del Impuesto al Valor Agregado.
Generalidad: Los impuestos deben de aplicarse a todas las personas o empresas en que incurran en su generación.
Proporcionalidad: Las personas pagarán conforme a su capacidad, es decir, los que ganan más pagarán más impuestos a comparación de los que ganen menos,
Equidad: La aplicación de las leyes será de forma equitativa, es decir, trato igual a los igual y trato desigual a los desiguales.
Ya analizamos los principios que conforman los impuestos. A continuación se mencionarán los elementos que los componen:
Sujeto: Es la persona o empresa involucrada en el proceso del origen del impuesto
Hecho generador: Es la acción en específico que da origen al impuesto
Base: Es el importe sobre el que se va a calcular el impuesto
Tasa o tarifa: Es el porcentaje o cuota que se va a aplicar conforme a la base
Finalizaremos con un ejemplo práctico y sencillo donde veremos reflejados cada uno de los puntos anteriores.
La empresa El Proveedor, S.A. de C.V., se dedica a la fabricación de electrodomésticos. Un día, la empresa Cadenas Comerciales, S.A. de C.V. solicita un pedido de 500 aspiradoras con un valor de $3,480 cada una. El Proveedor S.A de C.V. hace entrega de las aspiradoras a Cadenas Comerciales junto con su factura con el siguiente desglose:
Si quisiéramos analizar cada uno de los puntos antes mencionados, considerando el Impuesto al Valor Agregado como análisis, tendríamos las siguientes conclusiones:
A manera de resumen, los impuestos son empleados por el Gobierno para hacer frente al gasto público. Para su aplicación, cuentan con una serie de principios para que sean justos y equitativos para los ciudadanos. Además cuentan con una serie de elementos fundamentales para su correcta aplicación y generación.
@aortegaher