Si en algún lugar del mundo ha quedado claro que no se necesita una gran inversión para iniciar un gran negocio, es en Silicon Valley pues allí podemos encontrar con mayor facilidad las compañías que han surgido a partir de un gran producto creado en un garage, un grupo de amigos reunidos para programar apps que se vuelven un écito o simplemente quienes rentando espacio en internet hicieron jugosos negocios.

Evidentemente no es nuevo el enfoque de la creación de empresas tecnológicas con bajo presupuesto y esto lo vemos claramente ilustrado en el auge que tuvieron las compañías desarrolladoras de software. Este fue el enfoque que dominó dentro de las incubadoras de empresas tecnológicas durante muchos años, hasta ahora. Cuando ocasionalmente se aparecía en estas incubadoras un emprendedor que quisiera innovar en el desarrollo de hardware, estos no recibían el mismo apoyo que quienes se dedicaban al software y prácticamente tenían que iniciar solos.

 Hace un par de meses se reunieron por primera vez todas estas compañías que se dedican al desarrollo de hardware y los resultados fueron sorprendentes. Hardware Innovation Workshop fue el nombre del evento que reunió a todos estos creadores, pero lo más importante fue que en él acordaron consolidarse como un movimiento. “Todos sienten que una revolución está comenzando, una ola a punto de romperse”, dijo un asistente sobre el evento.

Quienes más cuestionan este movimiento son los veteranos del gremio quienes aseguran que ya han visto estas “olas” antes. Se muestran escépticos pero saben que el precedente histórico de estos movimientos fueron el auge de la creación de computadoras personales caseras en los 70, la creación de íconos de una época como Atari y Commodore, incluso Apple, o como en los 90 con el surgimiento de nuevos modelos de negocio y fundaciones a partir del desarrollo de software libre y creación colectiva.

Jeremy Conrad y Helen Zelman son los creadores de Lemnos Labs , la primera incubadora enfocada en el desarrollo de empresas tecnológicas en hardware cuyos primeros egresados estarán finalizando su ciclo de incubación en otoño de este año, no obstante al día de hoy ya tienen más de 100 aplicantes para el siguiente ciclo. Entre las empresas que están apoyando, está la creación de un robot industrial que hace hamburguesas, una guitarra eléctrica con amplificador y speaker integrado, un vehiculo eléctrico de baja velocidad para traslado corporativo o universitario al interior del campus y una cafetera con controles sofisticados. Zelman admite que son productos que no van a cambiar el mundo por si mismos y que muchos de ellos solo serán juguetes tecnológicos para gente que pueda pagarlos.

No obstante, durante el evento Tim O’Reilly recordó su juventud durante la revolución de la computadora personal: “La mayor parte de los emprendedores fallaron y eso está bien porque las cosas más sorprendentes se construyen, y mucha gente tienen que intentarlo para poder crear una revolución”.

@urbanboymx

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