En el mundo de los deportes, las grandes firmas, pagan millones de dólares para aparecer en las camisetas de algún equipo. Por ejemplo, a partir del 2014, el Manchester United, equipo de futbol inglés, recibirá 559 millones de dólares por lucir la publicidad de Chevrolet. Han sido igualmente famosas en el mundo del fútbol, la publicidad de Bwin (el sitio de apuestas) en la camiseta del Real Madrid, de la UNICEF y de Qatar Foundation en la camiseta del Barcelona, de Fly Emirates en la camiseta del Milan, de Herbalife en la camista del Galaxy y en el caso de los equipos mexicanos, la publicidad de Bimbo, la panificadora.

Parece curioso que las firmas quieran pagar millones de dólares por aparecer en la camiseta de algún equipo y por el contrario, cuando los consumidores quieren lucir a la moda, tengan que pagar grandes cantidades de dinero por utilizar alguna prenda Hugo Boss, Giorgio Armani, DKNY o Calvin Klein o Chemise Lacoste.

Lo que hacen estas marcas no es más que hacer que sus productos se autopubliciten. De manera muy inteligente algunos empresarios logran crear una marca digna de lucirse. Comprar una marca digna de lucirse no sólo es caro para el consumidor, sino que a además, el consumidor, gracias a ese sobreprecio que pagó por la marca, se sentirá muy orgulloso de portar ese distintivo que le dará estatus y eso hará que publicite las bondades del costoso producto. A eso se le llama hacer autopublicidad.

Por supuesto, la autopublicidad funciona mejor con las grandes marcas ya desarrolladas. Sin embargo, ¿existirá alguna manera de generar productos o servicios a menor escala, que sean capaces de autopublicitarse?

A continuación te voy a dar tres tips para poder generar productos que se autopubliciten.

  1. Pon atención en la forma y no sólo en el fondo. Sin importar lo que vendas, procura hacer productos estéticos, envueltos en empaques únicos, dignos de ser portados. Tus clientes no querrán presumir tus productos a menos que lo que les des sea lo suficientemente estético como para ser lucido.
  2. Si tu producto o servicio no puede portarse, ingéniatelas para hacer artículos de promoción que sean dignos de ponerse en el escritorio de tus clientes, o en sus carteras o en su ropa. Ofrece algo que pueda entretener y que puedan presumir entre sus conocidos: desde calendarios hasta juguetes.
  3. Y por último, genera prestigio. Si logras generar productos prestigiosos, dignos de ser presumidos, tendrás siempre una avalancha de personas que querrán hablar de ti, con tal de quedar bien con sus conocidos.

¿Quieres incrementar tus ventas? No te caería mal tomar la varita mágica del marketing y agitarla mientras dices el conjuro: “Crea productos autopublicitables y tus clientes se encargarán del resto”.

Luis Díaz

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