Cuando la inspiración llega, no hay quien la pare. Prácticamente todos hemos tenido una idea para crear “el mejor producto” que le haya pasado a la humanidad: pensamos que con sólo inventarlo será tan bueno que nuestro producto se va a vender solo, imaginamos la gente haciendo fila afuera de las tiendas para comprarlo, pensamos en nuestro rostro en la portada de las revistas de negocios y nuestra cartera llena del buen dinero de clientes satisfechos. Sí, todos somos culpables de haber pensado así en algún momento.

Con el tiempo te das cuenta que la inspiración no lo es todo: una buena idea por sí sola no basta.

Vamos a hacer un pequeño cuestionario antes de seguir:

-¿Tienes muchas y grandes ideas para nuevos negocios?
-¿Dedicas más tiempo a hablar de tu nuevo negocio que en construirlo?
-¿Han pasado 6 meses y todavía no has generado un solo producto?

Si respondiste que sí a las tres preguntas, ¡Felicidades, eres un Emprendedor de Sofá!

Pero tranquilo, no todo está perdido. Ser Emprendedor de Sofá significa que debes poner mayor empeño en convertir tu inspiración en acciones que te permitan traer tus ideas a la realidad . Aquí te damos algunos consejos para poder hacerlo.

No tengas miedo de hablarle a tus clientes

Deja a un lado tus prejuicios y creencias. Puede ser que donde creas que estás atendiendo una necesidad, quizá en verdad no exista. ¿Para qué perder el tiempo creando un plan de negocios que puede tomarte mucho tiempo si al final te darás cuenta de que nadie quería tu producto?

Identifica y habla con tus clientes en toda oportunidad que tengas. Estas charlas pueden ahorrarte cientos de horas de trabajo y en ocasiones hasta dinero.

Muestra tu producto

Perfeccionar un producto toma mucho tiempo. No tengas miedo de mostrar tu producto y dejar que tu cliente conozca sus ventajas. No importa si al principio tiene mala apariencia, te ayudará a recibir la retroalimentación que necesitas de las personas a las que quieres llegar.

No esperes un socio técnico

A veces para crear nuestros productos necesitamos alguien que nos complemente en temas que nosotros desconocemos; un ingeniero, un programador, un diseñador industrial, un experto en mercadotecnia, etc. Muchos negocios se detienen porque no pueden contratar ni conseguir un experto técnico en cierta materia.

Puedes conseguir la ayuda que necesitas hablando con tus clientes, pidiendo ayuda a la gente que tienes a tu alrededor o pagando a un profesionista independiente que te cobre por proyecto. Siempre hay otro camino.

No hables sobre tu producto … habla sobre el problema que soluciona tu producto.

Cuando hables sobre tu negocio, no hables sobre las características de las cosas que haces, háblales sobre el problema y cómo es que tu producto lo atiende. Enfoca tu atención en el cliente, no en el producto. Esto hará que generes una conversación verdadera en la que el cliente se sienta identificado. Si generas un ambiente de empatía tendrás posibilidad de hablarle también a sus emociones.

No temas experimentar.

Es prácticamente imposible saber si algo va a funcionar. Los Start-ups consisten en experimentar y encontrar nuevas oportunidades. Cientos de libros, revistas y páginas de Internet están llenas de acciones que emprendedores han implementado. Revísalas, adáptalas o inventa las tuyas para encontrar las soluciones que necesita tu empresa, lo peor que puede pasar es que no funcionen. Experimentar es lo que te hace diferente como emprendedor.

Recuerda, somos lo que creamos.

Twitter: @geekmnasio

Facebook.com/Geekmnasio

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *