jóvenes emprendedores

Los alumnos de Teamlabs, con sede en Madrid y Barcelona, son jóvenes emprendedores que cursan el Grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación, donde se busca que ellos mismos pongan en marcha sus propios proyectos.

Al entrar en TeamLabs me advierten: “Nuestra alumna te va a asombrar”. Andrea Froiz siempre había sentido una llamada para formarse de otra manera y sacar adelante sus proyectos. Había pensado en estudiar Ingeniería, pero lo descartó cuando encontró esta cooperativa en Madrid – también presente en Barcelona – dedicada al “aprendizaje radical”, en la que cursa el segundo curso del Grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación.

Con 20 años, Andrea tiene su propia empresa mientras los de su generación se embarcan en las carreras de siempre, por aquello de las salidas. Junto a 12 compañeros ha creado Walkinn, con la que aportan servicios de social media, organización de eventos y diseño web. Se muestra feliz, orgullosa por su trabajo y nerviosa por lo que llegará en los próximos meses. En su actitud, no se ve un atisbo de veinteañera. Solo deja ver madurez y confianza.

Teamlabs nace hace dos años, y se basa en la metodología de Team Academy que Finlandia llevaba impulsando dos décadas, y cuenta con un convenio con la Universidad de Mondragón. Sus fundadores vieron la necesidad de algo innovador que sirviera como una nueva forma de aprendizaje. “Proporcionamos el Grado y facilitamos un ecosistema para que surjan ideas, eventos y actividades que creen sinergias”, explica Viviana Lopes, socia y gerente.

Buscan jóvenes proactivos, “que tengan inquietud, estén concientizados del cambio y tengan una visión social”, dice Lopes, asombrada por el nivel de inteligencia y señalando a Andrea. En varias ocasiones durante la entrevista confiesa su admiración hacia ella y sus alumnos. Superan sus expectativas. “Ahora es cuando querríamos tener 18 años y poder acceder a esta formación”, dice sonriendo.

Les acompañan otras personas del equipo en una sala acristalada de Impact Hub Madrid, donde Teamlabs tiene su sede. Distribuidas alrededor de una gran mesa de madera, trabajan con sus ordenadores como lo harían en una empresa real. El objetivo es crear una en los cuatro años que dura el grado. Tres patas son las que lo sostienen: aprender haciendo, emprender en equipo y saber que uno mismo tiene la capacidad para resolver cualquier conflicto.

Lo más difícil para Andrea es alcanzar los 200.000 euros de facturación que se les exige y trabajar con un equipo tan grande. “Aprendemos a convivir con personas desconocidas, reconocer nuestros errores y saber cómo arreglarlos”, dice la alumna. “Pero comunicándonos, lo solucionamos”, añade al instante mostrando su creatividad. Su esfuerzo da resultado: actualmente exponen su proyecto en la exposición We traders de Matadero de Madrid, junto a empresas de diferentes países.

Algunas de las ideas de los proyectos, las adquieren de los viajes que hacen anualmente. Les empuja a convertirse en ciudadanos globales y Andrea lo ha conseguido. “Nos ayuda a tener una visión amplia de la sociedad y la cultura mundial para poder tomar decisiones”, dice. Recuerda de forma especial su último viaje a San Francisco, donde visitó a grandes multinacionales y supo que la forma de relacionarse es clave para un buen desarrollo empresarial.

Poco antes de acabar la entrevista, Berta Lázaro, socia fundadora y directora se añade a nuestra conversación y concluye con el valor más importante de Teamblabs: “Nuestra misión es conseguir que sea un laboratorio de equipos y de aprendizaje distinto”.

Por: Carolina Góngora de La Caja Abierta

Imagen de Syda Productions’s en shutterstock

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