¿Te ha pasado que recibes un mensaje, llamada o comentario sobre «esa definición que nos hiciste está generando problemas»? Para mi mala fortuna, me ha pasado más ocasiones de las que desearía y es por ello que en mi vida personal y profesional procuro tener siempre una comunicación efectiva.
Primero te quiero compartir, desde mi experiencia, las barreras comunicativas a las que me he enfrentado, y que una vez que identifiqué me ayudaron a poder traspasarlas y mejorar:
- Creemos que de nuestra experiencia los demás deben aprender, y asumimos que las cosas tienen el mismo significado para ellos y para nosotros.
- Asumimos que si para nosotros es claro un proceso, concepto o tema, nuestro receptor tiene el mismo nivel de entendimiento, sin verificar que esto será correcto.
- Asumimos que la forma de hacer las cosas bien, es la nuestra.
- Nos olvidamos que existe un receptor, y sólo nos dedicamos a transmitir el mensaje.
- No preguntamos al receptor el mensaje recibido, para así asegurarnos que lo que quisimos transmitir fue recibido de la forma en que lo quisimos expresar.
- Olvidamos que la comunicación no sólo tiene que ver con lo que se dice, sino que nuestro receptor pondrá más atención a nuestro lenguaje corporal (55%), seguido del tono de voz (35%), para dejar sólo un porcentaje mínimo a la parte verbal (10% aproximadamente).
Cuando nuestra comunicación no es efectiva, es común tener que decirle a las personas con las que interactuamos «eso no fue lo que quise decir», y es cuando nos enfrentamos a procesos repetitivos, re-trabajo o hasta a pérdidas no cuantificables para nuestros negocios.
Algunos consejos que me han servido para comunicarme de manera efectiva dentro y fuera de la organización son:
- Cuidar que nuestro lenguaje corporal, lenguaje verbal y tono de voz, se encuentren equilibrados.
- Reconocer la forma en que el receptor está reaccionando a nuestra comunicación.
- Formular preguntar para validar el mensaje que el receptor recibe.
- No hablar demasiado y evitar interrumpir.
Deseando que estos consejos te sean de utilidad, como han sido para mí, te deseo un feliz emprendimiento.
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