ecoblock

En Think&Start les compartimos una entrevista que realizó Angel Ventures México a Francesco Piazesi quien fungió como Director de Desarrollo Económico en Naucalpan, también como Director de Fideicomisos de Parques Industriales en el Estado de México, hizo una tesis doctoral en Microfinanciamiento Hipotecario Sustentable y un doctorado por la Universidad Anáhuac en Políticas para el Desarrollo, entre muchas otras cosas más.

Francesco compartió un poco de su camino emprendedor:

¿En qué momento decides emprender?

Estando muy involucrado con la industria de la construcción y la maquinaria, comencé a darme cuenta de cómo el albañil que hacia diferentes casas, vivía en una construcción de lámina de cartón, si bien le iba. Esa situación era algo que se me hacia totalmente incongruente, es como decir que un pescador se esté muriendo de hambre.

Sin embargo, en mi cabeza todavía tenía la idea de que podíamos hacer algo más para que esta población consiguiera una casa mucho más digna. Así que investigando un poco al respecto, me nació la necesidad de hacer el doctorado y me percaté de que dos terceras partes de la demanda representan a esta población en números y que en México, hay un déficit de 9 millones de viviendas, de los cuales 3 millones van a ser otorgados por INFONAVIT, INFOVISSTE, los privados, etc y los otros 6 millones, pertenecen a lo que se llama hoy: “la población abierta”.

Era claro que desde siempre había existido un mercado y también la necesidad, pero no había los elementos, las herramientas o el financiamiento y por lo tanto, no queda nada más que la autoconstrucción. Así que tras toda esta reflexión, fue que decidí emprender en este sector.

¿Cuándo surge “Échale a tu casa” formalmente?

El registro de Ecoblock se hizo en 1997 y finalmente fue hasta el 2006 cuando se conforma “Échale a tu casa”, como un programa.

¿Cómo surge Ecoblock?

No existía como tal y lo que yo buscaba era precisamente encontrar un material ideal para las condiciones de la población a la que íbamos dirigidos. Así que la propuesta consistía en hacer llegar la industria a la comunidad, porque si tú haces un producto prefabricado y muy elaborado, la comunidad termina pagando el proceso de industrialización.

Por otra parte, también hay que recordar que la industria de la construcción es un negocio y tiene que serlo para todos. Hay que llevar a la vivienda a la familia, porque de lo contrario, hacemos estás monstruosidades que precisamente ahorita han sido la baja de la industria de la construcción de interés social en México, en donde se dedican a construir 10 mil viviendas en un lado y otros 10 mil en otro, que se traducen en edificaciones sin alma, sin sentido, sin mercado, sin nada.

Así que con Ecoblock, no nada más estamos hablando de un material de construcción,  sino también de que además contiene una carga social importante ¿cierto?

¡Claro! Ya que sabíamos que en el mercado sólo existían los materiales convencionales como el block de concreto, de los que incluso nosotros mismos contamos con la maquinaria para fabricarlos.

Me seguía cuestionando acerca de que lo que realmente necesitábamos crear era algo sencillo, que pudiera hacer cualquier persona de la comunidad, que obviamente cumpliera con la demanda de la construcción moderna, fuera sustentable, ecológico, tuviera un factor social, protegiera y también fuera económicamente viable.

Por lo que empecé a investigar y di precisamente con el adobe. Fue entonces cuando me di cuenta de que el adobe, ha sido la innovación más grande que ha existido para el ser humano y de ahí se han derivado muchos otros materiales que se refieren a la edificación.

Éste era y sigue siendo un material fácil de manipular para construir: murallas, graneros, caballerizas, viviendas e incluso se convirtió en la fuerza de conquista de Mesopotamia.

Así que bajo diferentes influencias e investigaciones, fue como nosotros retomamos un poco esa idea y pensamos en que necesitaríamos un material que compitiera con lo que existía en el mercado actualmente. Haciendo una investigación más profunda y conjunta con la Universidad de Grenoble en Francia, nació finalmente “adoblock”.

¿Cuál ha sido la satisfacción más grande de todo este proyecto?

Cada vez que terminamos las viviendas con una comunidad y tiempo después, regresamos a ella. El cambio que ves en la gente es impresionante en cada una de las más de 30 mil viviendas y de 150 mil mejoramientos que hemos hecho, sabemos que tenemos una gran familia que nos recibe y que finalmente puede disfrutar de una vivienda digna.

Es una satisfacción enorme para nosotros y lo más importante, es que tenemos la fortuna de repetirla continuamente.

¿Cuál consideras el error más grande que has cometido como emprendedor?

Fue haber dejado en manos de otro o de otros el programa, pensando que se tendría la misma filosofía y el mismo ánimo. Hubo un momento en que confiamos en el gobierno de un estado para que las cosas salieran bien  y al final la estrategia que siguieron ellos fue un verdadero fracaso y nos quebró.

Fue ahí donde aprendí que la idea y el diseño de la misma, tienen que tener un motor y ese motor, tiene que ser el emprendimiento y la pasión por que tu proyecto tenga éxito.

¿Qué es lo que has visualizando en los años por venir para “Échale a tu casa”?

Hay varios puntos, el primero es seguir construyendo una vivienda digna para todos, ese es el objetivo número uno, todos los mexicanos y todos los seres humanos de la faz de la tierra tienen que tener un lugar donde vivir.

Lo segundo, sería crecer a través de esas asociaciones que tenemos en México y en otros países, el objetivo es Colombia y África.

Como tercer punto y último, sería crear un sistema de financiamiento específico para la población abierta, ya que el problema que existe con el financiamiento es que no hay un modelo financiero específico, para la gente que no tiene la posibilidad de estar bancalizado y tener una hipoteca o de contar con INFOVISSTE, INFONAVIT o  algún otro organismo.

La idea sería precisamente esto, generar este nuevo sistema financiero que se convierta en un negocio, porque no somos un programa de asistencia o filantropía, sino somos un programa de desarrollo en donde todos los participantes ganamos en todo los sentidos. Esa es la razón por la que necesitamos que el sistema se vaya puliendo poco a poco.

Por último, ¿Qué consejo le darías a todos los que están buscando emprender por primera vez?

Uno, que no abandonen su idea, porque en el mundo del emprendimiento todos suelen decirte que estás loco y cuando lo hacen, es señal de que vas por muy buen camino.

Dos, que tampoco te cases con tu idea como si fuera la salvación del mundo, hay que ir entendiendo que los modelos se tienen que ir viendo, adecuando y hay que ir aprendiendo.

Tres, que se acerquen al modelo de empresa desde un principio, no que digan: “¡Bueno, ya que esté jalando lo hago!”; lo que se necesita hacer, es que desde el día uno, se piense y se conforme el proyecto como una empresa.

Por Susana Ogando de Angel Ventures México

Fotografía Shutterstock

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *