Hace tiempo escribí un artículo para Think&Start dónde les mencioné que a través de las conferencias que he podido dar, basadas en mi experiencia como emprendedor y en mi libro Imperio Emprendedor, he obtenido ciertos aprendizajes, la primera enseñanza fue sobre la edad.
En esta ocasión, será la inspiración a otros.
Y no hay forma más clara de inspirar a otros en el mundo del emprendimiento que contarles tu historia de viva voz; he tenido la fortuna de que la mayoría de los asistentes en mis conferencias o de la gente a la cual mi mensaje llega sean universitarios.
Por haber salido de la universidad y entrarle directamente a emprender trato de aconsejar a otros de que, si tienen los ánimos y entienden los sacrificios, deberían de meterse de lleno a su idea de negocio al graduarse.
Claro, esa es mi postura, algunos opinarán diferente. Pero el punto de este artículo es discutir y hacer una reflexión sobre la misión que cómo emprendedores tenemos.
Aunque en mi libro, así como en mis conferencias, platico sobre la misión del emprendedor: de mejorar su comunidad, resolver algún problema y cambiar el mundo; en lo personal hay algo en particular que creo debemos hacer, ya sea conscientemente o inconscientemente, y eso es tocar la vida de los demás.
Hay personas que escuchan y las palabras le mueven algo por dentro. Son estas personas las que tratan de compartirme sus experiencias, tratan de saber más, aprender más. La experiencia es increíble, y ha habido aquellos que deciden trabajar conmigo y con gusto los he aceptado.
Pero eso no es lo importante. Lo importante es el efecto que nosotros como emprendedores podemos impulsar en los demás, en especial en la gente que busca pero no ha encontrado la manera de comenzar.
Creo firmemente que este debe de ser una misión primordial en la carrera de cada emprendedor, no vale la pena solo ayudarse a sí mismo si no se ayuda a otros. Y no tienes que esperar a ser un gran empresario para motivar a otros, a veces escuchar a alguien que está cerca te motiva más.
Tal vez solo necesites, a través de tus cuentas en redes sociales, ir compartiendo cosas, artículos, algo, cualquier cosa que pueda motivar a otros. Y sí, dirán que hay muchos de esos, muchísima gente que sube imágenes o videos motivadores en sus redes sociales; pero nada como postear cosas sobre tu vida como emprendedor, lo que has logrado, inclusive subir un video sobre ti.
Nada como ser realmente directo, nada como el mensaje de alguien que sepa de lo que está hablando, que está en el frente de batalla, sobreviviendo y aprendiendo.
Así que, los invito a motivar a otras personas, a motivarlos con su esfuerzo, con sus palabras, con sus mensajes; sí, los emprendedores queremos cambiar el mundo primero debemos de cambiar a la gente que vive en él, cerca de nosotros.
Imagen principal: Shutterstock
