En este artículo hablaremos acerca de la responsabilidad social corporativa (RSC) y el porqué crear, desarrollar o mantener la responsabilidad social, en los nuevos proyectos o empresas.
El generar una cultura de responsabilidad social, desde los inicios de una organización permitirá reflejar su compromiso con el entorno económico, social y medioambiental, comenzando desde su propia imagen.
La responsabilidad social corporativa o empresarial se basa en la idea de que el funcionamiento general de una empresa debe evaluarse teniendo en cuenta su contribución combinada a la prosperidad económica, la calidad del medio ambiente y el bienestar de la sociedad en la que se integra.
Pretende buscar la excelencia atendiendo con especial atención a las personas y sus condiciones de trabajo, así como a la calidad de sus procesos productivos con la incorporación de las tres facetas del desarrollo sostenible: la económica, la social y la medioambiental, lo cual favorece la consolidación de la empresa, promueve su éxito económico y afianza su proyección de futuro. (Fernández-García, 2009).
La RSC nace de manera voluntaria, pero se obtienen muchos beneficios de esta práctica, entre ellos están:
1.- Rentabilidad. Una empresa socialmente responsable es bien vista, ya que atrae inversionistas, socios del negocio y clientes que aumentan la rentabilidad. Ser sustentable te permite tener mayores y mejores relaciones con los mismos.
2.- Preferencias de consumo. Con relación al punto anterior, no solo se debe mantener la imagen de RSC a través de la mercadotecnia; sino generar una buena reputación a través de la congruencia y la integridad de los planes y programas dirigidos a este fin. Ya que resulta peor presentarse como una empresa con una práctica sustentable, pero que no brinde seguimiento a la misma o que no cuide de las 3 facetas hacia su entorno. Por lo cual si se cumplen con los compromisos, los clientes confiarán y preferirán a la empresa. Mantener una imagen integral sin duda es una tarea difícil, pero se verá reflejada en los resultados de la organización.
3.- Reducir costos. A través de la optimización de recursos, como por ejemplo el disminuir el consumo de energía, por medio de la concientización y uso de tecnología sustentable, no solo beneficia a la compañía sino al medio ambiente.
4.- Identidad organizacional. La responsabilidad social se debe comenzar a implementar primeramente al interior de la empresa, precisamente para generar la cultura desde el motor de la organización, con las buenas prácticas laborales, es decir cuidando siempre el bienestar del trabajador, a través de programas para la calidad de vida e involucramiento con la filosofía organizacional, fomentando el sentido de pertenencia a la empresa, y por tanto un mayor rendimiento al tener las condiciones adecuadas para desarrollarse con su trabajo.
5.- Atracción de inversionistas. Quienes tienen programas y estrategias de sustentabilidad suman puntos con los inversionistas. Ya que no es una tendencia o moda sino una práctica que llego para quedarse. Sin duda necesitamos que un mayor número de organizaciones se sumen a la lista de empresas socialmente responsables.
Una empresa socialmente responsable necesita generar verdaderos compromisos con la sociedad, actualmente se ha mostrado un auge en este tipo de programas y estrategias, pero se deben arraigar los principios de una cultura de responsabilidad social corporativa (RSC).
Por lo cual antes de comenzar a idear una estrategia es importante introducirse en el porqué de la RSC y sensibilizarse ante el entorno a través de la identificación de las situaciones y problemas externos que nos rodean.
La RSC, no es filantropía se trata de un ganar-ganar de ambas partes, pero manteniendo la idea de que como empresa, se debe retribuir algo a la sociedad, de todo lo que le brinda a la misma. Es por eso que para comenzar a implementar un programa de RSC es importante revisar los beneficios que se tendrán.
Se puede implementar por ejemplo en aspectos que van desde los trabajadores hasta mejores prácticas ambientales y con la sociedad.
La RSC se puede aprovechar como estrategia de marketing y llegar a un mayor número de clientes, pero se debe tener siempre presente el cumplir con los compromisos establecidos, ya que de lo contrario se dañará la imagen de la compañía, es por eso que además las acciones a tomar deben ser continuas.
Una empresa socialmente responsable entrará en un ciclo de impulso y desarrollo constante, ya que es más atractiva para los clientes, los inversionistas y los trabajadores. La continuidad en la implementación de proyectos permitirá seguir mejorando e innovando en mejores prácticas para la empresa que impacten positivamente en la sociedad y viceversa.
Fuente:
– Fernández-García, R. (2009). Responsabilidad social corporativa. San Vicente: Club Universitario.
Twitter: @Elenaricoortiz
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