Hablamos de SEO, las tres siglas de moda en las nuevas tecnologías, con uno de los mayores expertos de España en posicionamiento en buscadores. Una conversación sobre Internet, Google y startups con un emprendedor habituado a no saber si su profesión seguirá existiendo mañana.

 

Fernando Muñoz

 

MIGUEL CALZADA | El Señor Muñoz tiene una pesadilla recurrente: se despierta y Google ha cambiado el algoritmo. Su profesión ha dejado de existir.

A Fernando Muñoz (Marbella, 1977) le encuentras siempre que se habla seriamente de SEO o posicionamiento en buscadores, pero nunca consigue ocultar su jovialidad contagiosa. Profesor en los dos únicos máster sobre SEO de España y nombrado el mejor en lo suyo por el Congreso de Webmasters 2009, entre sus clientes ha contado con nombres como Terra, Halcón Viajes, Direct Seguros, ALSA o el grupo El Fuerte.

Este hombre que en su luna de miel se fue a California para visitar la sede de Google, tiene una labia poco habitual en su tribu (es ingeniero informático), lo que le abre las puertas de todo tipo de congresos y eventos. Le encontramos en mitad de uno de ellos, en la terraza de un hotel madrileño y en plena ola de calor. Tras romper el hielo con unos vasos llenos de cubitos, hablamos de SEO, tres siglas (Search Engine Optimization) que mueven millones y prometen aupar tu web a los primeros puestos de Google.

 

Pregunta. En Madrid hace calor pero el Señor Muñoz tiene sudores fríos. Ayer concluyó el último cambio de algoritmo de Google. El omnisciente buscador trastoca su robot en navidades y verano, haciendo cundir el pánico entre los expertos SEO de todo el mundo.

Respuesta. Claro que cunde el pánico. Imagínate una web que está ganando un millón al día. Y de repente deja de salir entre los primeros resultados de Google y no gana nada. Cero euros al día.

 

P. ¿Hablar de SEO es hablar de Google?

R. El SEO es posicionarte en cualquier buscador. SEO también es que si alguien teclea tu profesión en el buscador de LinkedIn, tu curriculum aparezca el primero. Hay países como Rusia o China con buscadores autóctonos muy fuertes, pero aquí Google controla el 98% del mercado… así que hablamos fundamentalmente de Google.

 

P. Cuando su madre le pregunta a qué se dedica, ¿qué dice?

R. Mi trabajo es que mis clientes tengan un escaparate en todas y cada una de las calles de Internet. Si alguien te está buscando, yo hago que te encuentren.

 

P. En 2008 Fernando Muñoz se transmutó en el Señor Muñoz. Hasta entonces era un ingeniero al que no enseñaron nada sobre SEO en la Universidad, por la simple razón de que esa materia aún no existía.

R. Terminé la carrera y me puse a trabajar en Internet con el grupo hotelero El Fuerte. Allí aprendí la importancia del SEO. En 2008 monté mi empresa y tuve que elegir un nombre. Mi padre era maestro y le llamaban Don Fernando. A mí Don Fernandito. No quería ser impersonal, no quería ser consultorseo.com. Se me ocurrió Señor Muñoz. Ya nunca podrán decir que no soy un señor en los negocios.

 

P. Cuéntenos la historia de los buscadores de Internet en menos de 100 palabras.

R. Al principio en Internet no se buscaba. Se ordenaba como en una biblioteca. Una web estaba solo en una estantería: una web de fútbol solo podía ser eso y no otra cosa. Para posicionarte bien debías tener una empresa que empezase por A. Luego, en torno a 1996, en la era de Altavista, aparecieron webs más “buscables”. Entonces hacer SEO era poner muchas veces una palabra clave. Si tu web iba de fútbol, tenías que poner la palabra balón más veces que la competencia.

 

P. Hasta que llegó Google…

R. Cambiaron todo con un nuevo concepto: dar popularidad a una web basándose en el número de referencias que tiene. A partir de entonces una página se posiciona gracias a un buen contenido y a que otras webs la mencionen.

 

P. ¿Cómo puede un robot saber lo que es un buen contenido?

R. Porque un contenido de calidad recibirá muchas referencias, muchos enlaces.

 

P. Eso sólo es así si crees que calidad es popularidad…

R. Las redes sociales son un ejemplo: una noticia de ocio siempre se comparte más que una de pena. ¿Significa que la noticia de pena es mala? No, es que en una red social tú no entras a tener pena. Pero desde luego la calidad es algo más que su popularidad. En Google también lo saben y están rebajando la importancia de los enlaces para dar más peso a la opinión de internautas especializados en el tema del que trata esa noticia en concreto.

 

P. El SEO mueve millones y al mismo tiempo decimos que en Internet todo es gratis. ¿Dónde está el truco?

R. Lo que vale dinero son los datos. De ahí el gran escándalo por lo de Wikileaks, Snowden… Cuantos más datos tengas, más poder tienes. Cuando algo es gratis es porque el producto eres tú. Si Facebook es gratis, es porque te usan a ti para mostrar sus anuncios. Si tú tienes Google sin pagar, es porque te utilizan para ponerte publicidad en función de tus búsquedas. Si en Internet casi todo es gratis es porque tus datos personales son el producto.

 

P. Su vínculo con Google llega hasta el punto de hacer una paradita durante su luna de miel para visitar su sede. ¿Cómo vive esa relación?

R. Es una relación de amor/odio. Si yo como, es gracias a ellos, pero sufro cada vez que introducen cambios. En mi viaje de novios pasé por allí, me hice mis fotos… Pero es un sitio de trabajo, no puedes llegar y decir: “Hola, ¿está el señor Google?, que se ponga, que quiero ver el algoritmo”.

 

P. El famoso algoritmo, la fórmula de la Coca-Cola en versión SEO.

R. Nadie lo ha visto nunca, y quien te diga lo contrario miente. Así que no sabemos a ciencia cierta en qué se fija Google para ordenar las búsquedas. Solo podemos hacer pruebas, ver qué cosas parece premiar o castigar… Puedes consultar la patente del algoritmo original, pero desde entonces ha habido muchísimos cambios. Porque Google aprende de lo que hacemos, de cómo buscamos.

 

P. Muchos dicen que quien escribe para Internet debe cambiar su forma de redactar para posicionar mejor sus contenidos.

R. Un buen profesional nunca va a decirte que escribas en plan SEO. Eso sería escribir para una máquina y es lo peor para el lector. Mejor pregúntate: ¿por qué palabras quiero posicionarme? Pon esas palabras en el titular y en la entradilla. Pregúntate incluso si te interesa posicionarte, porque quizás puedas vivir sin Google. Una vez tengas las respuestas, no hay misterio. Engancha al usuario con un buen titular y una buena entradilla. Lo que nunca hay que hacer es escribir para un robot. Te van a leer personas. Y si tu contenido es una porquería, puedes tener a esa persona una vez, dos veces… pero a la tercera ya no va a pinchar en tu página porque sabe que haces porquerías.

 

P. En plena crisis se nos bombardea con el mensaje: si está en el paro, emprenda usted. ¿Cómo se lo explica?

R. El estado de un autónomo es ideal para cualquier Gobierno. Estás pagando y lo estás pagando bien… Si te pones malo no tienes ninguna cobertura. Si te quedas en paro, tampoco. Si consigues jubilarte, no vas a tener una pensión alta. Les interesa que haya más autónomos. Haciendo cálculos me sale que para ganar 600 euros tengo que facturar 1.300. Les salgo a cuenta.

 

P. ¿El futuro no es un país de emprendedores?

R. No todo el mundo puede ser emprendedor. No puedes cambiar el modelo productivo simplemente diciendo: haceros emprendedores. No, vamos a ver, yo me hago emprendedor pero antes tú me das formación. Es una cuestión de cultura y de aversión al riesgo. Yo, por ejemplo, no valgo para escalar. Y aunque tú me digas muchas veces que suba esa montaña, voy a seguir pegándome los mismos pellejazos.

 

P. Las startups en Internet son la reina del baile. Se habla de sus éxitos, ¿qué hay de los fracasos?

R. Hay mucha gente pegándose batacazos, pero eso no te lo cuentan. Lo que te dicen es que en Internet se vende mucho. Que Facebook vale más que todas las empresas del Ibex 35 juntas. Se crea un aura de romanticismo. Te dicen que Google nació en un garaje. Vale, tío, nació en un garaje gracias a dos de los mejores ingenieros del MIT trabajando horas y horas en un proyecto de fin de carrera dirigido por los mejores académicos de la Universidad. No fue una casualidad. Y lo que es más importante: cuando empezaron no pensaban “voy a hacerme emprendedor”.

 

P. Volvamos a la pesadilla: ¿y si desaparece su profesión?

R. Por el bien de mi hijo, espero que no. Pero los usuarios de Internet somos tremendamente infieles. Si algo nos deja de ser útil, lo abandonamos. Y si un día Google desaparece, lo que yo hago se desvanece. Quizás no sea de un día para otro, pero puede pasar. Google no existía hasta 1997, Facebook no existía hasta 2004, Twitter no existía hasta 2006…

 

El Señor Muñoz repasa cifras y cuadra sus cuentas. El apocalipsis puede ocurrir cualquier día, pero no hoy. Google sigue reinando y él sigue encontrando lo que buscaba

Fuente: La Caja Abierta

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *