Cuando hablamos de México dentro del entorno del comercio internacional puede destacarse su crecimiento continuo desde su entrada en 1986 al GATT y que es el país con la red de tratados y acuerdos comerciales más extensos del mundo. Claro que todo eso suena muy bonito y puede que algunos de nuestros dirigentes se levanten el cuello por dicho logro. Sin embargo, y a pesar de tanto tratado y acuerdo, la realidad es que México ha sido incapaz de explotar su potencial.

Entonces, ¿de qué ha servido tener 12 Tratados de Libre Comercio (TLC’s) con 44 países, 28 Acuerdos para la Promoción y Protección Reciproca de las Inversiones (APPRI’s) y 9 Acuerdos de Complementación Económica (ACE)  y Acuerdos de Alcance Parcial dentro de la ALADI, además de pertenecer a organismos internacionales de comercio?

Muchas pequeñas empresas y aquellos que trabajan en la industria de la agricultura, textiles y calzado, podrán decir que han servido de muy poco o nada, o que al contrario, que solo han servido para llevar abajo sus negocios por la entrada de mercancía más barata. La realidad es que tampoco todo es malo, también tiene su lado positivo.

La apertura comercial ha sido fundamental para poner a México en el mapa como un aliado estratégico para la comercialización y atraer inversión extranjera. Así que el problema no es la apertura en sí, sino la manera en que ésta ha sido realizada sin contar con un proyecto nacional de desarrollo basado en el mercado interno.

Es muy lógico, es como el cuerpo humano, si no estás bien en tu interior, el desempeño será pobre. Así nuestro país, el poco apoyo a MiPymes en cualquier industria, la poca capacitación del capital humano, el austero sistema burocrático en los trámites, bajos salarios, la falta de apoyo en investigación y desarrollo, innovación, tecnologías, por decir algo, es lo que nos ha faltado para explotar nuestro potencial y lo que no deja desarrollar la competitividad.

En México se requiere de verdaderos cambios en sus estructuras, reformas que permitan el desarrollo de la sociedad y de las industrias. Ya se dieron los primeros pasos con la reforma educativa y la laboral, que si bien requieren de detalles, ya están sobre la marcha, pero faltan dos que son clave para el impulso del país, la reforma energética y la financiera.

Contar con la red más grande de tratados y acuerdos comerciales internacionales claro que es importante para el impulso económico del país, pero de poco sirve si nuestras empresas no tienen el apoyo y están preparadas para competir con el resto del mundo. La realidad es que no se puede estar esperando hasta que el gobierno realice estas reformas, también es trabajo de nosotros ir trabajando para lograr tener innovación y competitividad. De una u otra forma siempre los mexicanos nos la hemos ingeniado para sacar adelante las cosas aun sin el apoyo del gobierno, o no?

Con los tratados comerciales se ha logrado, si bien no del todo, diversificar un poco más el mercado, del 90% de exportaciones con destino a EUA que llegamos a tener a inicios de la internacionalización de México, hoy en día es el 78%, teniendo como segundo socio comercial a Canadá y en tercer lugar a China. Además que nuestra oferta exportadora también se ha diversificado, ya no solo centramos las exportaciones en el petróleo, ahora está dividida de la siguiente manera: 79.9% bienes manufacturados (televisores, pantallas, teléfonos móviles, equipo eléctrico, computadoras, etc.), 15.2% productos petroleros, 3.6% bienes agropecuarios y 1.3% productos extractivos no petroleros.

Aún nos queda buen camino que recorrer, inversión que hacer en innovación para brindar productos con más valor, además de ver a otros mercados. Hoy en día hay mucho potencial en el mercado sudamericano y asiático. Apostemos por estos mercados que también están en desarrollo. Recuerden que no hay peor riesgo que el que no se hace.

Tomemos la iniciativa de emprender proyectos que impulsen la competitividad y hagamos que los tantos tratados y acuerdos comerciales que tiene México, sean una verdadera herramienta de desarrollo. 

Caro Navarro

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