Día a día vivimos rodeados de productos de alguna marca en particular, los cuales recorrieron un gran camino hasta llegar a nuestras manos. Estos productos, provienen de algún lugar en particular y fueron creados por empresas dedicadas a tal línea de productos. Si no existiera la necesidad de tal producto la empresa no existiría.

Entonces, el motivo principal de crear una empresa es el de satisfacer una necesidad, y por tanto cumplir las funciones de proveer el producto o servicio a los usuarios finales, y en el proceso general riqueza material e impactar en la comunidad y el medio ambiente en el que se encuentra.

Ahora bien, ¿es la única finalidad de una empresa la de crear riqueza material? Durante las últimas décadas la mayoría de las empresas se han dedicado a simplemente capitalizar sus bienes y a multiplicar sus ganancias a toda costa. Ejemplos como fábricas en China dónde imperan condiciones inhumanas de trabajo, interminables jordanas laborales y míseros salarios han rodeado el ambiente empresarial, llevando a un esquema en el que la riqueza se reparte en la clase alta y la clase baja cada día es más baja; el plan estratégico siempre ha ido ligado al aumento de las ganancias y de la rentabilidad a como de lugar.

Sin embargo en Japón, los empresarios se han dedicado a cosechar logros y a ver la recompensa económica como un premio por su trabajo. Es decir, en ningún lado se determina que las ganancias anuales de las empresas deben aumentar en determinada cantidad; sino que en su plan estratégico, visualizan a su empresa como una excelente prestadora de productos y/o servicios; y como recompensa a su trabajo, van a tener beneficios. Las ganancias no tienen lugar en el plan estratégico, sino se trata de hacer el trabajo de manera excelente y como premio la rentabilidad económica del negocio.

Es por esto que Japón es un ejemplo a seguir, el hacer bien las cosas y por ello me veré beneficiado económicamente; en contrario a un esquema de ganar, vender, vender, ganar, ganar, ganar, vender. Es decir, las empresas nunca pierden una oportunidad de hacer más dinero, ya sea si hacen bien o no lo que hacen.

El darle más importancia a las utilidades que al desempeño es reducir a la persona a un conducto que fabrica dinero y por el cual yo como patrón beneficiarme de esa parte.

Les invito a que empecemos a visualizar nuestra visión dentro de la empresa, y de ser necesario, reconstruir la misión de la empresa, les aseguro que hacer las cosas bien tiene una recompensa.

@ceciliaeinstein

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