Somos la generación del yo, del todo yo. El mundo gira a nuestro alrededor, somos increíblemente narcisistas y muchos miembros viven y vivirán con sus padres un par de años más.

La revista Time nos ha llamado la generación: Yo Yo Yo, los Mileniales. Se nos cataloga de mimados, delirantes, narcisistas y flojos; y sin embargo estamos destinados a cambiar el mundo.

Nacimos entre 1977 y 1990; somos hijos de la generación Baby-Boomer; esos adultos que les tocó vivir un gran número de cambios políticos y un par de revoluciones sociales, quizá por eso somos tan mimados; nuestros padres se esforzaron por darnos mucho más de lo poco que ellos tuvieron.

Fuimos los niños pioneros del Nintendo, el atari es cosa de la generación X, vimos la modernización de las computadoras hasta ser personales e incluso portátiles, vimos los primeros teléfonos celulares (los ladrillos aquellos) en la secundaria y si tuvimos suerte tuvimos un celular más moderno (blanco y negro y con el famoso juego de la viborita) hasta la preparatoria o incluso en la universidad.

Fuimos parte de la revolución que causaban nuestros módems al conectarse de manera telefónica y puedo afirmar que fuimos la última generación en utilizar el fax, los disquetes, los casetes y las VHS (incluso algunos conocimos las Beta).

Vimos nacer a High Five, myspace y Facebook y eventualmente Twitter; utilizamos el primer ipod (de tamaño gigantesco que pesaba quizá el triple de los iPods actuales). Vimos el despegue, la llegada a la cima y la súbita caída de Napster, y entonces el mundo cambió.

Somos la generación del milenio, al cual no se despega ni un momento de sus celulares, de Facebook o de Twitter, tomamos fotos a todo aquello que se mueva, que no se mueva o que se pueda comer; somos insaciables, y queremos ver frutos de nuestro trabajo casi de manera inmediata.

Somos una generación que lo tenemos todo, sin embargo, el haber tenido el todavía una infancia en la calle, sin tecnología, nos diferencia a sobremanera de las generaciones nuevas. Conocemos a fondo la tecnología pero aún tenemos “bases” de interacción humana, las cuales combinadas han logrado crear desarrollos tecnológicos buscando esa interacción, desde el ahora existo msn Messenger y Skype, ahora nos vemos rodeados de instrumentos para acortar las distancias (y ojalá nuestro impacto ambiental al reducir nuestros desplazamientos especialmente en cuestiones laborales). Ejemplos como Whatsapp, Viber, el mismo Facebook chat, han revolucionado la forma en la cual nos comunicamos, sin embargo la controversia radica en si somos más o menos eficientes.

Pero no todo es negativo, somos una generación positiva que aguardamos el futuro, somos preparados académicamente, somos optimistas en un mundo que constantemente cambia, estamos seguros de nosotros mismos e incluso somos pragmáticos en un mundo un tanto irreal.

Somos una generación ambiciosa y por tanto estamos conscientes de que está en nuestras manos cambiar los paradigmas del mundo y la sociedad actual. Estamos siempre en movimiento, el sentirnos estancados nos frustra a sobremanera es por esto que la lealtad a un empleo es cosa del pasado, en el momento en el que nos sentimos inconformes, estancados o subestimados abrimos nuestras alas y volamos.

Estas características han logrado que muchos mileniales hayan volado, desarrollando nuevos esquemas de empleo, desde el home office hasta el desarrollo del esquema de “Best place to work” (Mejor lugar para trabajar), buscando cada día más y más beneficios, comodidades y elementos modernos que motiven nuestro trabajo; somos una generación acostumbrada a trabajar, pero nos gusta estar cómodos.

Hemos redefinido los estándares y estamos creando nuevas y modernas empresas, sin dejar atrás valores como la sustentabilidad y la responsabilidad social.

Sabemos que lo bueno cuesta y nos gusta trabajar para lograrlo; a pesar de que amamos el ser reconocidos.

@ceciliaeinstein

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