Hace unas décadas las palabras “empresa multinacional” era un concepto que para muchos era exclusivo de corporaciones gigantescas con el poder y dinero para hacer operaciones en cualquier lugar del mundo. La realidad es que la mayoría de las multinacionales no son estas corporaciones grandes que tan fácilmente identificamos, el detalle es que casi todos los gigantes del mercado mundial son empresas multinacionales. Pero el punto es que el concepto de “empresa multinacional” no necesariamente determina el tamaño de la empresa, sino que este incluye empresas tremendamente grandes como las pequeñas.

Empecemos por definir lo que es una empresa multinacional. Una empresa multinacional es aquella cuya matriz o sede está en su país de origen pero que realiza operaciones en otros países. Ahora bien, vayamos al punto central de este tema. ¿Por qué las empresas se vuelven multinacionales?

Las empresas toman esta decisión por varias razones:

  • Diversificación de riesgo. Al entrar en otros países, atenúan los riesgos e incertidumbres de fluctuaciones económicas en su país de origen.
  • Diversificación de mercado. Con la globalización el intercambio de bienes y servicio ha ido en creciente aumento, esto permite colocar sus productos en otros países de manera que se incrementan las ventas.
  • En respuesta al aumento de la competencia en el extranjero y con el fin de proteger su participación en el mercado mundial.
  • La internacionalización para la reducción de costos. Al crear filiales cerca de los clientes, la empresa se ahorra los gastos de tener intermediarios, así como los costos de transporte. La ventaja además es la pronta respuesta a las demandas y necesidades del cliente.
  • Superar las barreras arancelarias al atender a un mercado extranjero desde su interior. Las multinacionales también aprovechan de los tratados internacionales de los países.
  • Aprovechamiento de los conocimientos y avances tecnológicos.

El volverse multinacional claramente tiene sus ventajas tanto para la empresa como para el país quien la recibe. No solo llevan inversión directa, sino que también ayudan a la generación de empleos. También obliga a las empresas locales a mejorar su competitividad, sé que este punto puede ser muy delicado sobre todo para las pequeñas empresas, y que muchas han tenido que cerrar por el establecimiento de las multinacionales. Sin embargo, aun las pequeñas empresas pueden tomar ciertas estrategias de estas grandes empresas y aplicarlas para su desarrollo.

Un ejemplo de que una empresa pequeña-mediana puede competir con las multinacionales y después también internacionalizarse es la empresa de piel Cuadra. Esta empresa originaria de León, Guanajuato se dedica a la fabricación de productos de piel. Aquí en México esta empresa tiene competencia de marcas de origen italiana, francesa, china, etc., sin embargo su continua innovación y gran calidad le ha permitido mantenerse como una empresa estable y de vanguardia. Hace un año decidieron dar un paso más, y así como su competencia, hacer frente en los mercados internacionales. Así que en noviembre pasado abrieron su primera tienda en Chicago, Estados Unidos siendo este su primer paso para la expansión internacional ya que durante este año 2013 planean abrir más sucursales en el extranjero.  

Así como esta empresa, muchas han demostrado que la internacionalización más que un riesgo, es una oportunidad de expansión, de llevar el trabajo, la tradición, los valores, la cultura de un país a otro. Es un enriquecimiento, no solo por las utilidades y ganancias sino también por los conocimientos obtenidos que permitirán ser más competitivos. No mentiré que no es un riesgo, pero sin duda es uno que vale la pena correr. 

Caro Navarro

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *