El 13 de octubre de 2011 el Congreso dio su aprobación definitiva a una reforma constitucional que establece la obligatoriedad de la educación media superior, la cuál entró en vigor a partir del ciclo 2011-2012, de manera que crezca de forma gradual hasta hacerse unviersal en el ciclo 2020-2021.

Esta reforma no sólo afecta el nivel de estudios de país, sino afectará el cambio de la cultura emprendedora en todo el país.

(Fuente: contextodetamaulipas.info)

La reforma se formuló en base a estadísticas que ha publicado el mismo Congreso, donde señalan que actualemente en el país 25 de cada 100 jóvenes que ingresan al sistema educativo, logran graduarse de la educación media superior, es decir, el cuello de botella donde muchos jóvenes abandonan sus estudios.

Si bien ha sido un acierto la reforma, no sabemos que tan efectiva sea la aplicación en cada ciclo escorlar através del país, ni la calidad de esta educación pero una nueva incognita surge de toda esta reforma. Al aumentar los estudiantes egresados del nivel medio superior hay una buena oportunidad de que más jóvenes ingresen al nivel superior, lo que nos deja con la pregunta que ya hoy en día se debate la sociedad ¿habrá suficientes vacantes laborales para cubrir la demanda del creciente número de egresados de nivel superior, e incluso, de nivel medio superior?

La respuesta, por supuesto, es por demás complicada ya que actualemente aún con el alto indicie de abandono de estudios esta demanda no esta siendo cubierta en el país y el desempleo es común en los jóvenes recién egresados.

Alrededor del mundo la cultura emprendedora aparece como una de las respuestas a esta demanda insatisfecha; sin embargo, no es sencillo orientar a todos los estudiantes a fomar su propia empresa, sin contar la inversión inicial que la mayoría de ellos requeriría para comenzar sus proyectos y la debida orientación en materia de negocios.

Los emprendedores cada vez son más jóvenes, no sólo por reformas educativas sino por el acceso a la información, los avences tecnólogicos y las necesidades de la sociedad. En América Latina la mayor parte de la pobalción esta conformada por jóvenes menores a 25 años, y aunque no hay una edad para ser emprendedor, las futuras demandas exigen que la cultura emprendedora llegue a más temprana edad.

En Think&Start estamos preparándonos para poder atender las demandas de este nuevo sector en cuestión de emprendimiento, no sólo en México sino en toda América Latina. Sembrar las semillas en los más jóvenes de una cultura sustentable que innove para el beneficio de la sociedad es unos de nuestros principales objetivos.

No pierdas tiempo ¡Aprende! y ¡Emprende!

@monnik7

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