crecimiento verde

Aunque existen un sinnúmero de emprendedores que ya desarrollan ideas “verdes”, la realidad es que aún hay terrenos no explorados y con posibilidades infinitas. El crecimiento verde es la nueva apuesta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su Programa para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Programa para el Desarrollo (PNUD) para contribuir al mejoramiento de las condiciones laborales, económicas, sociales, culturales, sanitarias y de calidad de vida en el mundo, en todas las regiones y en todos los estratos sociales.

Esto se pretende lograr por medio de incentivos para establecer empresas que fomenten las tecnologías sustentables, además de estrategias que reduzcan la contaminación, procuren el reciclaje, y sobre todo, que mejoren las condiciones de vida de todos los seres humanos. La integración de estrategias va alineada con las metas de desarrollo local de todos los gobiernos municipales, regionales, estatales y nacionales. Así es como hoy más que nunca, las posibilidades de crear empresas con tendencias ecológicas y de desarrollo social son más tangibles. Pero, ¿cuáles son esas oportunidades?

Lo que antes se consideraba como un paradigma de grupos ambientalistas extremistas o hippies, hoy en día es una contundente tendencia para el desarrollo real de las compañías, no solo trasnacionales, sino también las micro, pequeñas y medianas (MiPyMES) empresas locales. Hoy, todos quieren estar a bordo de un barco que zarpó hace tiempo, pero que ha avanzado lentamente. El avance será incentivado con más recursos, más personal y mucho más entusiasmo, lo que provocará que muchos otros aventureros quieran navegar por las mismas aguas. Estamos frente al comienzo verdadero de una gran revolución industrial verde.

Desgraciadamente, este nuevo ambiente de negocios presenta varios retos como la necesidad de comprender qué tendencias se pueden cristalizar en proyectos tangibles, cuáles aún requieren de un desarrollo tecnológico aún inexistente, o cuáles son económica, social o ambientalmente inviables para las MiPyMES. En ocasiones, la opción es realizar un benchmarking de lo que se hace en otros países y realizar tropicalizaciones enfocadas en las necesidades del mercado local.

Los nuevos avances de la tecnología, especialmente los relacionados con las aplicaciones para dispositivos móviles proveen nuevas opciones de innovación, como medidores virtuales de energía eléctrica, control remoto para apagar electrodomésticos cuando se está fuera del hogar y hasta la provisión de consejos para crear jardines orgánicos en casa. Todos son una muestra del tipo de proyectos objeto de fuertes inversiones por parte de gobiernos comprometidos con el desarrollo verde como Holanda, Australia, Canadá y Alemania.

Lo más importante es que los negocios verdes no necesariamente requieren de una gran inversión económica y generalmente las barreras de entrada son mínimas ya que este tipo de negocios no se han explotado en muchos mercados y hay mucho espacio para la creatividad y el pensamiento “lateral”. De empaques de chicle biodegradables a biocombustibles que usan aceite usado; desde productos de alta tecnología para capturar la energía del sol hasta parrillas solares que no requieren gas… Lo único que se requiere es creatividad y crear un modelo de negocio que busque 1) la mejor administración y cuidado de los recursos naturales, 2) el establecimiento de un comercio más justo y equitativo, o ambos.

Imagen de Cienpies Design´s en shutterstock

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